
Foto archivo
Había ganas de ver toros en "La Corredera", tras la suspensión de la corrida del día anterior por las fuertes lluvias.Dicen que tras la tempestad viene la calma, toreo calmado y despacioso hubo en la última de la Feria de la Virgen de los Remedios, protagonizado por un Juan Bautista en sazón y Alejandro Talavante.
Buen juego, en líneas generales deparó el encierro de Jandilla con sus dos hierros, algo terciado de presencia, ofreciendo algunos animales encastados.
Genio y violento el exigente primero. Bravo, encastado con clase y recorrido el segundo. Manejable el tercero, que punteaba los engaños. Noble y con calidad el cuarto. Manejable pero rebrincado, sin acabar de emplearse el quinto. Noble y flojo el de Fernando Peña que cerraba función y feria.
Empujó bien en varas el castaño primero, un animal que llegó con brusquedad y genio al último tercio, tras una eficaz lidia de Rafael González. Transmitió el toro. Poderoso por bajo inicio de faena de Juan Bautista, que protagonizó una intensa labor sobre la diestra, algo acelerada, por la izquierda tuvo altibajos. Faena medida, mal rematada por los aceros, dejando un feo bajonzado tras pinchar en los primeros envites.
Quitó por chicuelinas Talavante en el segundo, dejando una media desmayada. Muy torero principió la faena por ayudados por bajo. Sin cata previa se puso sobre la diestra, corriendo bien la mano, en tandas de cinco y seis muletazos. Bravo y de excelente condición "Ostrero" le puso en bandeja el triunfo al extremeño, precioso un larguísimo cambio de mano. Jugó bien las muñecas y los vuelos de la muleta también al natural. Desacertado con la tizona empaño una bella faena.
Se lesionó de salida el tercero, corrió turno Roca Rey. Faena intermitente con un toro manejable pero que punteaba la muleta. No se terminó de encontrar a gusto Rey, un contínuo volver a empezar. Dejó una estocada entera desprendida, perdiendo la muleta.
Se desquitó Juan Bautista con el cuarto, salió a revienta calderas. Dos largas cambiadas de rodillas. Galleo por rogerinas para dejar en suerte al toro. Vistoso resultaría el quite por crinolinas. Se decidió a banderillear Bautista, mostrando facilidad con los palos, el último por al violín. Inició la faena de rodillas en los tableros. Aprovechó la boyante y enclasada embestida de "Pensionista". Encajado, templado y relajado el de Arles dejó pasajes de alta nota por ambos pitones. Variedad y buen gusto en una obra de entrega total, de excesivo metraje, firmada por un soberbio volapié en el centro del platillo tras un epílogo por luquecinas.
Le buscó la vueltas Talavante al quinto, un toro que iba y venía pero de insulsa embestida, nunca se acabó de entregar. Resuelto y seguro Talavante en un trasteo casi íntegramente al natural. Dejó una estocada baja tras pinchar.
Largo, hondo, con cuajo, el badanudo toro de Fernando Peña que cerraba festejo. Noble pero flojo, le costó desplazarse. Voluntarioso Roca Rey, intentó sacar lo que tenía. Aplomado el toro a la hora de matar, lo tuvo que hacer todo el peruano, se atascó con los aceros.