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Con media entrada se han lidiado toros de Núñez del Cuvillo, de buen juego para los toreros.
Ortega Cano, oreja y oreja
Miguel Ángel Perera, dos orejas y oreja tras aviso
Alejandro Talavante, dos orejas y oreja. Foto archivo Con un cielo entoldado y con temperatura bochornosa, dio comienzo la Feria Taurina de Sanse del presente año, en que salieron por la Puerta Grande los tres toreros encartelados José Ortega Cano que sustituía a Morante de la Puebla. Miguel Ángel Perera en sustitución de José Mª Manzanares y el único sobreviviente del cartel inicial Alejandro Talavante, los tres espadas divirtieron a todo el público congregado en La tercera, registrando una entrada de algo más de media plaza. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del Maestro Dámaso González y del Mayoral de este coso.
Bien dice Gregorio Barroso, matador de toros y excelente banderillero de esos lejanos tiempos de los años 60 del pasado siglo, “cuando hay toros hay fiesta” y hoy la corrida ha sido toda una fiesta y de las buenas, hasta 8 orejas se cortaron. Dos Ortega Cano, tres Perera y otros tres trofeos para Talavante y no es que la corrida fuese triunfalista, ya que los tres se lucieron en cada uno de sus lotes.
El encierro de Núñez del Cuvillo, muy bien presentado para una plaza de tercera como es la de Sanse, quizás con poca fuerza, con pitones cómodos, pero que embistieron por derecho con claridad, nobleza y boyantia, favoreciendo así el triunfo a sus matadores, los seis ejemplares fueron aplaudidos en el arrastre, enhorabuena al ganadero.
Pese a sus mermadas facultades físicas dada su edad y que lleva mucho tiempo sin vestirse de luces, el cartagenero José Ortega Cano dio la talla en sus dos toros, tanto con el percal como con la franela, buenas verónicas, rematadas con toreras medias; buenos redondos diestros, excelentes naturales con sus respectivos remates ya sean de pecho o forzados barriendo los lomos, siempre con los pies asentados en la arena y digo pies porque como ahora es moda (fea por cierto), se quitó las zapatillas. Las ovaciones fueron constantes por parte del público, la música también sonó en su honor, estuvo acertado con los aceros y por ello los trofeos, una en cada toro, con ello la Puerta Grande ya era suya.
Sus compañeros de terna también supieron triunfar a lo grande. Perera nada más iniciar su labor fue fuertemente ovacionado al saludar al primero de su lote con ese hermoso ramillete de verónicas, sumando la media de remate. Inició labor muleteril en los medios con cambiado por la espalda, continuo en redondo con la diestra de excelente factura y ligando cada muletazo, también ligó con la mano zurda en un palmo de terreno, logró encandilar a los aficionados con su toreo y más aún cuando mató de un estoconazo rotundo, que le valieron las dos orejas. En su segundo, muy bien con el percal de saludo; ya con la franela logró ligar con la diestra y fue a más al torear por naturales en esas dos tandas, los olés resonaron en los tendidos, más aún cuando remató con los forzados barriendo los lomos del de Núñez, una sonora ovación cuando toreaba con la diestra; el epílogo tuvo torería. Entró a matar en la suerte natural y pinchó sin soltar el estoque, en el segundo envite, estocada entera un pelín desprendida que fue más que sufí y otro apéndice a su favor.
Otro de los triunfadores fue Alejandro Talavante, que nada se dejó en el tintero. Lanceó por verónicas y chicuelinas al primero de su lote siendo fuertemente aplaudido. Inició labor con el paño rojo con ayudados por alto sin mover las zapatillas. Con la zocata ligó los naturales, toreó muy bien por ese pitón, también ligó con la diestra en un palmo de terreno, cambió de manos y a más por naturales, tuvo una estupenda actuación con la franela, como colofón unas bernadinas apretadas, desplantándose ante los pitones, despachó al animal de un estoconazo y sin puntilla el burel. Dos orejas al canto. Ante el sexto muy bien y variado con el capote. A los medios se fue con la muleta poniéndose de hinojos, pases por delante y por detrás, a más fue la faena, aunque con esas formas de torear características de él, es decir, pases por delante y por detrás que suelen conectar con el público, trincheras y trincherazos, como final las manoletinas, dándole el dulce a los parroquianos. Pese a que no estuvo muy bien con los aceros, los aficionados pidieron el trofeo de forma mayoritaria, que el Usía concedió.
Algo más hubo en la tarde, como los tercios de banderillas y alguno que otro puyazo bien ejecutado, pero todo fue mini puyazos y con una sola entrada al caballo. Contenta salió la afición del coso de Sanse.
Para mañana: Toros de Talavante para “Paquirri”, Antonio Ferrera y “El Fandi”.
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