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En la noche de este jueves se dio el pistoletazo de salida a lo que es la feria taurina de Ciudad Real, y lo hizo, como viene siendo habitual con el ya tradicional pregón. Solo cambió el enclave, esta vez fue en el Centro Cultural Antiguo Casino un lugar muy acertado y sobre todo más fresco para combatir los calores agosteños que envuelven nuestras tierras manchegas. El acto resultó todo un éxito porque el aforo se cubrió al completo y la gente disfrutó con el más que solvente pregón de Rubén Aparicio.
 Rubén Aparicio durante el Pregón El Ateneo Taurino, organizador del evento ha vuelto a acertar con la elección del pregonero de este año, apostando por la juventud más brillante que pide abrirse paso. El novillero Rubén Aparicio es un joven con un futuro alentador por delante, con distancia actualmente del mundo taurino, pero siguiendo con esa gran afición.
Su pregón y su verbo hicieron las delicias de los aficionados, sabiendo imprimirle frescura y un toque personal con sus experiencias vitales que lo hicieron muy cercano. Las palabras fueron fluyendo con verdad, con elegancia, resultando ameno, sencillo, carismático e innovador. Así como en la parte final de su homenaje a toda la tauromaquia ciudadrealeña sorprendió a todos poniendo un toque musical cantando bajo los acordes de su guitarra con “De purísima y oro” del gran Joaquín Sabina.
El acto estuvo presentado por Juan Luis Huertas, y contó con la presencia en la mesa de invitados de la Dulcinea y el Pandorgo 2017, así como el concejal del Ayuntamiento capitalino José Luis Herrera y el Presidente del Ateneo Taurino Manchego, Antonio Espadas.
Foto: Teresa Torres
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