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En la primera de abono de la Semana Grande de San Sebastián se han lidiado toros de Zalduendo, mal presentados en general, la corrida se ha movido entre los 480 kilos del segundo de la tarde, devuelto por inválido, y los 565 del quinto, totalmente faltos de presencia la mayoría de ellos, muy justos de fuerza, descastados en general pero en ocasiones con algo de fondo.
Morante de la Puebla: bronca y gran bronca
Roca Rey: oreja y silencio tras aviso
Ginés Marín: ovación en su lote.
Roca Rey paseó el único trofeo Aunque la única oreja de la tarde haya caído en Roca Rey tras la lidia al tercer toro que ha saltado al ruedo, una vez que el segundo de lidia ordinaria ha sido devuelto a los corrales, el protagonista de la tarde ha sido Morante de la Puebla que se ha tirado por la calle del medio en sus dos actuaciones. Al parecer los toros que le han tocado en suerte no han sido de su agrado y así ha cogido la muleta y probado un poco el percal les ha quitado las moscas, breve macheteo y a otra cosa. La bronca a Morante tras la muerte del segundo de su lote, al que ha pinchado en repetidas ocasiones, ha sido una de las más sonadas de esta plaza, igual que cuando ha abandonado el ruedo tras el festejo.
Tras la devolución a los corrales del segundo de la tarde, igual de pobre de presencia que el anterior, y que el siguiente, Roca Rey ha corrido turno echando por delante al grandote quinto que por poco no tenía seis años. Con él Roca Rey se ha sentido cómodo sin más en las dos manos pero ha levantado a la gente con el toreo temerario que adorna sus finales de faena. Se le ha concedido una oreja a pesar de haber fallado con los aceros en la primera entrada.
Marín sigue sacando a pasear ese bonito concepto del toreo que tiene. Hay clase en su pose. El primero de su lote ha sido, curiosamente, un toro a más que en algún momento le ha llegado a sorprender y a pegársele demasiado. De no haber fallado con el estoque hubiera visto al menos una oreja en esa ocasión. Con el segundo se ha pegado un arrimón que ha emocionado al respetable pero que no ha sido suficiente para que los tendidos se llenaran de pañuelos.
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