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Con un tercio de entrada en el tercer festejo de las novilladas nocturnas, se ha lidiado tres novillos (2º, 3º y 5º) de Castillejo de Huebra y tres de de José Manuel Sánchez, de buena presencia y juego en general. Mario Sotos, saludos y silencio tras aviso
José María Pastor, silencio tras aviso en ambos
Diego Luque, silencio tras aviso y silencio.Mario Sotos al natural Hoy sábado 29 de julio tuvo lugar la tercera novillada nocturna del ciclo veraniego de la Plaza de Las Ventas, tras dos horas y media de festejo, todos los asistentes que apenas cubrieron algo más de un cuarto del aforo salimos cabizbajos y meditabundos, ya que poco o casi nada dio de sí el festejito de marras, por culpa de quien, de ambos dos, me explico, poco dieron de si los novillos, como tampoco se esforzaron mucho los tres alternantes por alcanzar el triunfo; apnea saludo desde el tercio el conquense Mario Sotos en el utrero primero y en el segundo un silencio sepulcral, sus dos compañeros de terna, silenciados en sus quehaceres, lo que dio lugar a una novillada sin historia alguna.
El conjunto del encierro con los dos hierros anunciados, poco dieron de sí, eso sí sin peligro, con poca raza y alguno que otro protestado por su falta de remate para una plaza como la de Madrid, dos de ellos: el primero y el tercero palmas en el arrastre por generosidad de los aficionados; 2º, 4º y 5º silenciados camino del desolladero y el 6º división de opiniones.
De los novilleros, el que medio destacó fue el de Cuenca Mario Sotos que saludó desde el tercio tras la muerte del que abrió plaza, los demás silenciados en su labor, incluso con avisos por alargar sus faenas y a punto estuvo el gaditano Diego Luque de escuchar un tercer aviso en el utrero que cerró festejo, pasó un quinario con los aceros al punto que los parroquianos pitaron al de La Línea de la Concepción.
Dos de los alternantes trenzaban su primer paseíllo en los madriles, estos fueron: el mexicano José María Pastor y el gaditano Diego Luque. Buenas maneras demostró el de la Línea, a lo que hay que añadir su disposición y valor en el tercero de la tarde-noche. Una larga cambiada de hinojos como saludo del Hidrocálido José María Pastor y pare usted de contar.
El público generoso despidió a los dos primeros alternantes con palmas y con algunos pitos a Diego Luque. Pues eso fue todo lo que dio de sí éste tercer festejo nocturno. Y con esto y un bizcocho hasta el próximo sábado y no a las ocho sino a las nueve de la noche.
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