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El domingo 2 de julio se inaugura la escultura homenaje al torero que perdió la vida en el coso turolense
Placa-escultura de Juan Iranzo El domingo 2 de julio verá la luz en Teruel la placa-escultura que recordará y homenajeará a Víctor Barrio, fallecido el 9 de julio de 2016 en la plaza de toros de la ciudad. El artista turolense Juan Iranzo, autor de la obra, adelanta los puntos básicos del trabajo: «Teruel, toreo, Ángel Custodio, cielo, cerámica de Teruel y carga emotiva y simbólica: estos han sido mis ejes de trabajo para crear un marco que albergase cerámicas y un altorrelieve que generan un diálogo entre sí».
El altorrelieve, realizado por una treintena de piezas de acero corten –para dar textura de solera, como la memoria de la tauromaquia– simplifica en un solo golpe de vista la tarde del 9 de julio con un elemento fundamental del vestido de torear: el alamar, que en este caso está inspirado en los que decoraban el traje de Víctor Barrio aquella tarde. «Por su posición, están a la altura del corazón de los toreros y de allí es de donde sacan su pasión y su arte –explica Iranzo—. Pero, además, en este caso del alamar nacen dos alas y una aureola: las alas significan el paso de la vida al cielo e invocan al Ángel Custodio de Teruel, que da nombre a su feria taurina».
La cerámica turolense se integra en el conjunto, donde se ilustra la cara del torero con rasgos estéticos de dicha cerámica y un texto conmemorativo. Está fabricada en los talleres de Punter, a partir de una ilustración que simula la cerámica turolense y donde el autor buscó «los rasgos más característicos del semblante de Víctor: grandes ojos profundos, serenidad y una mirada al infinito».
El conjunto escultórico se completa con un juego de luces: en la parte superior, un foco arroja un haz de luz que, al pasar por la aureola del alamar, proyecta el aro del ángel sobre el suelo y crea un espacio divino en el que entra todo aquel que contempla la obra, que, desde ese mismo instante, es protegido por el Ángel Custodio de Teruel.
Los honorarios de Juan Iranzo por la realización de este trabajo serán destinados a la Asociación Española contra el Cáncer de Teruel. Como explica el artista, «los toreros se juegan la vida para hacernos felices, y aun de la tragedia irreparable debe obtenerse esperanza. Por eso deseo que este dinero, que nace porque un torero nos dio su vida, sirva para dar esperanza a los que más la necesitan».
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