El novillero sevillano Alfonso Cadaval y el madrileño Toñete han sido los triunfadores de la novillada celebrada esta tarde en Ubique (Cádiz), donde ambos han conseguido cortar dos orejas después de actuaciones brillantes en los segundos astados de sus lotes. Se negaron a salir a hombros en gesto de respeto por la muerte del matador de toros Iván Fandiño.

Alfonso Cadaval paseando las orejas

FICHA:

Se lidiaron novillos de Rocío de la Cámara, de juego desigual pero manejables la mayoría.

Pablo Aguado, oreja y ovación.
Alfonso Cadaval, ovación y dos orejas
Toñete, ovación tras petición y dos orejas.

Un tercio de plaza.

Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Iván Fandiño.

COMENTARIO:

Pablo Aguado cortó una oreja al primero de la tarde, un novillo noble que le permitió estar a gusto y sacar a relucir su toreo de calidad. Cortó una oreja.

Al segundo de su lote, sobrero del mismo hierro, Aguado le sacó partido con oficio y entrega por el pitón derecho, el único potable del novillo. Mal con los aceros, no pudo redondear el triunfo.

Alfonso Cadaval estuvo por  encima del segundo de la tarde, logrando los mejores momentos con la derecha. Por ese pitón mostró el buen corte de su toreo ante un novillo que no acabó de emplearse y que por el izquierdo fue más brusco y deslucido.

Al quinto, Cadaval le cortó las dos orejas después de una faena de altura y muy completa. Comenzó toreando muy bien a la verónica, con las manos bajas y gustándose en algunos lances. La faena de muleta la comenzó de rodillas en una clara apuesta por el triunfo. Después estuvo a gusto con la derecha, lado por el que dejó series de buen trazo y gusto. También hubo algunos momentos buenos al natural y esta vez la espada no falló, por lo que obtuvo los máximos trofeos.

Tolete estuvo con mucha disposición ante un novillo ensabanado bastante parado al que sacó todo el partido posible. Mato de estocada y tuvo que descabellar. El público pidió una oreja que el presidente no concedió.

Si obtuvo el triunfo en el sexto, uno de los novillos colaboradores con el que el novillero madrileño estuvo a buen nivel, llegando al público y rematando con la espada su triunfo.

Alfonso Cadaval y Toñete decidieron no salir a hombros en señal de respeto por la muerte de Iván Fandiño.