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18/06/2017
  (Madrid-España) Oreja para Jesús E. Colombo (Crónica completa)
 
Firma: Jorge Guevara-Segarra
 
     
 

Con un cuarto de entrada se han lidiado cuatro novillos de José Luis Marca y dos (5° y 6°) de El Cortijillo, de juego desigual.
Se guardó un minuto de silencio por Iván Fandiño tras el paseíllo y las banderas ondearon a media asta en señal de luto.

Ángel Jiménez, ovación tras aviso y ovación

Ángel Sánchez, palmas y ovación

Jesús E. Colombo, silencio y oreja.


El torero venezolano paseando el trofeo

Aun con un calor sofocante se ha celebrado la primera novillada pos ferial y como ya es casi normal con apenas un cuarto de entrada en el coso de la calle de Alcalá; hay que destacar que las tres banderas que ondean en la torre de la Puerta Grande se encontraban a media asta, en señal de luto, así mismo, antes que se deshaga el paseíllo se guardó un minuto de silencio y en esta ocasión sí que duró los 60 segundos completos, todas las cuadrillas incluidos areneros, monosabios, y mulilleros destocados en honor del fallecido matador de toros Iván Fandiño por una traicionera cornada de un toro de Baltasar Ibán en la localidad francesa de Aire-sur-l´Adour. Enhorabuena por la autoridad de turno encabezada por D. Justo Polo Ramos.

Se lidiaron cuatro novillos del hierro titular pertenecientes a D, José Luis Marca y dos remiendos con el hierro de El Cortijillo; para los jóvenes espadas Ángel Jiménez de Écija (Sevilla), Ángel Sánchez de Madrid (San Sebastián de los Reyes) y para el venezolano Jesús Enrique Colombo, que nos dieron una digna tarde, destacando el novillero de allende los mares Colombo, que cortó una meritoria oreja en el último utrero del festejo menor

De los novillos corridos hoy hay que destacar los dos primeros utreros que escucharon palmas en el arrastre, como también escuchó palmas el sexto, a mi entender, sin merecerlo, pero el que paga manda, pitos para el tercero silencio para los dos restantes cuarto y quinto, peso medio en la báscula 490 kilos.

De los toreros el único a destacar es el venezolano, que estuvo en novillero, sus compañeros simplemente se dieron un paseo por la arena del coso venteño, parecíase que venían en plan de figuras por lo menos ya con un par de cortijos comprados con las ganancias obtenidas en sus fulgurantes carrerones, con esas formas y maneras no se puede venir a Madrid, ni a ninguna parte; aún les queda mucho camino por recorrer y mucho que aprender para llegar a serlo. Los dos alternantes a los que me refiero fueron los dos tocayos, que se dejaron ir los dos mejores utreros del encierro y al que se les caían las orejas, esos sí que les hubiesen dado como para comprarse un cortijo por cabeza, así que apretarse los machos, Ángel Jiménez y Ángel Sánchez. Los tres chavales, brindaron sus primeros toros al cielo a su compañero fenecido.


Ángel Jiménez con la diestra

A Ángel Jiménez le falto colocación ante su oponente, que no enemigo, sacó alguno que otro pase interesantes por ambos pitones, pero se dejó ir un buen novillo, al que pasaportó de una estocada que penetró unos tres cuartos en la carne del animal que fue más que suficiente para enviarlo al otro mundo. La afición generosa lo aplaudió y el de Sevilla saludó desde el tercio. Su segundo era un manso que rehuía de la pelea; pero mira por donde el de Écija estuvo mucho mejor con él que con el toro primero, aunque toreando de lejitos con ambas manos logrando llegar a los casi vacíos tendidos que le batieron palmas, estuvo más torero y asentado en el epílogo toreando con la zocata. Mató al manso de un pinchazo y una estocada entera arriba doblando el utrero y ovación para el sevillano.


Ángel Sánchez con la izquierda

Otro de los novillos buenos de Marca, el segundo del festejo fue a parar a las manos del madrileño Ángel Sánchez, que por pitos o por flautas, el de Sanse se dejó ir al utrero, no estuvo mal con la mano diestra y aún mejor con la zurda en que le bajó la mano y rematando con largo forzado, su actuación fue meritoria, a más fue cuando como broche le enjaretó al buen novillo una tanda de manoletinas apretadas que fueron muy aplaudidas por los aficionados. Lo pasaportó con más de media estocada un pelín desprendida saliendo muerto sin puntilla. Palmas. Manso fue el quinto, éste con el hierro de El Cortijillo con él no estuvo mal toreando por ambos pitones, mejorando su actuación que en el anterior, por ello consiguió ser aplaudido, pero tampoco rompió. Mató al animal de una estocada entera trasera y tendida. Ovación para el torero.


Colombo toda la tarde con este desparpajo

El tercer novillo era bonito de pelaje, un negro salpicado, pero agarrado al piso, Jesús Enrique Colombo, lo saludó con una larga cambiada rodillas en tierra, de pie por verónicas mecidas y acompasadas; cubrió el tercio de banderillas el venezolano muy bien por ello tras los tres pares estalló una ovación, luego con la franela, todo lo puso el de San Cristóbal, pero el utrero no dio para más y cortó labor, tomando el alfanje entrando a matar en la suerte natural para dejar una estocada entera algo caidilla, saliendo el novillo sin puntilla. El novillo más pesado del encierro era el que cerró plaza, pero también fue un manso. Ya de entrada con el percal le vimos esas ganas de triunfo, saludándolo con unas estupendas verónicas. Él mismo cubrió el segundo tercio y los tres pares fueron clavados como se decía antes, en una perra gorda, el público en pie aplaudió a rabiar al venezolano, que saludó desde los medios. Tomó la franela roja, probó a su oponente con pases genuflexos, en los medios una tanda en redondo lentos ligados y de mano baja, como también fueron los naturales largos llevando prendido al novillo en los vuelos de la muleta, su actuación gustó mucho a los parroquianos cuando remató quehacer. Ahora había que matarlo, lo hizo de un espadazo contundente hasta los gavilanes y en el mismo hoyo de las agujas. Los pañuelos blancos aparecieron por doquier como también apareció el blanco pañuelo de la autoridad concediendo el trofeo con justicia al torero venezolano que lo paseó devolviendo prendas, sobre todo abanicos. Triunfo para Jesús Enrique Colombo y de mucho mérito.

Con los garapullos se lució Iván García pareando al segundo novillo, lo hizo tan bien que tuvo que saludar montera en mano, el torero de plata pertenecía a la cuadrilla de Ángel Sánchez; de la misma cuadrilla era el del castoreño Jesús Vicente que fue fuertemente aplaudido picando al segundo ejemplar de Marca.

Muy buenas sensaciones deja el novillero de Venezuela, esperemos que poco a poco vaya creciendo y que por fin después de tantos años surja una nueva figura de ese país andino.

Fotos: Muriel Feiner

 
     
   
     
   
     
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