Complicada ha sido la corrida de Cuadri, tan sólo dos toros han sido “manejables”, el primero y el sexto; en la que ha destacado en el tercio de varas Sembrador, lidiado en segundo lugar. La corrida ha necesitado tener  enfrente un catedrático… o tres, para hacerles pasar por donde no querían.

Teniente abrió la tarde, un toro negro listón -ha habido varios-, grande y serio, bien armado. Bronco fue en el saludo de capote de Robleño. Se arrancó de largo dando muestras de debilidad en ambas entradas al caballo. Soso fue en banderillas por su falta de entrega. Fue repetidor al inicio pero le traicionó la falta de fuerza, en la tercera tanda no podía con su alma. Tuvo algo de casta pero no pudo expresar.

Sembrador hizo buena pelea en varas

El segundo de nombre Sembrador, negro listón, con peso y las carnes justas. En tipo, acapachado. Repitió con nobleza en el capote de Castaño. También fue pronto a la hora de ir al caballo y peleó con cierto celo en la primera entrada. De largo se arrancó en la segunda y cumplió haciendo un buen tercio de varas. Fue noble en banderillas, levemente tardo. Embistió con brusquedad y yendo a menos el viaje en la muleta, le faltó casta en el último tercio. Desarrolló sentido en la suerte suprema y no dejó cruzar a Javier Castaño tapándole la salida.

En el ecuador de la corrida se jugó a Misterioso, precioso de hechuras, muy fino de cabos. Embistió repetidor echando las manos por delante en el capote de Venegas. Empujó con fijeza en la primera entrada, y se dejó en la segunda. Nada reseñable en este tercio. Tardeó en banderillas y echó la cara arriba. Sólo una tanda ofreció con fiereza al iniciar el trasteo final. Echó el freno y se puso reservón, sin entrega y, cuando lo hizo, fue con violencia. Terminó siendo muy complicado. Más genio que casta, virtud del manso.

Robleño se las vio con Pantanoso que salió saltarín. Fea pelea hizo en varas, quitándose el palo, con menos humos se portó en la segunda, pero con el mismo estilo. Se dejó banderillear. Fue deslucido cortando el viaje, avispado, quedado, toda la importancia la tuvo el empeño de Robleño en la muleta. Otro manso, éste con un punto de fiereza.

Artillero corrido como quinto, era negro listón, hondo, con 603 kilos bien repartidos. Empezó a quedarse sin viaje en el capote. Tardó en arrancarse al caballo pero se empleó bien; tiró derrotes y se repuchó de la segunda. Fue difícil de parear al faltarle entrega. ¡Ole Fernando Sánchez! Con las ideas de El Pernales llegó a la muleta. Cortó y buscó el bulto. Manso descastado o con casta mala, genio. Emocionante trasteo de Castaño que le robó muletazos de mérito.

Acapachado el sexto, Embustero de nombre, badanudo y serio. Salió con pies y se dejó torear en la capa de Venegas. Blandeó antes de ir al jaco donde le cuidaron, tomó mejor vara en la segunda entrada. Protestado en banderillas. Costó un mundo banderillearle, cortó y midió a los rehileteros. Más claro llegó a la muleta, algo tardo pero sin buscar al torero, aunque al final le echó mano. Soseó y se lo pensó mucho por la falta de casta. Duró poco.

Foto: Plaza1