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El encierro de hoy le ha quitado la razón a todos aquellos que defienden la teoría de que un toro con peso no puede dar juego, hoy se la lidiado una corrida con mucho peso, además de moverse casi toda, ha habido un toro, el que hacía tercero con 679 kilos, de nombre Inclusero que ha sido uno de los toros más completos -junto al 6º que ha sido muy bravo y mejor de la tarde-, de lo que va de feria. Por lo tanto el toro embiste si tiene casta y está sano.
Varea confirmó con Rocoso, un castaño ojinegro que dio en la báscula 615 kilos. Cuajado discreto de cara. Soso se comportó en el capote. Había manseando de salida comportándose abanto. No empujó fijo en el caballo y salió suelto. En banderillas mejoró sus desplazamientos, ahora galopaba. Salió deslucido de la muleta y soseó. No acabó de entregarse y no creo emoción. Fue a menos por su falta de casta.
El segundo de la tarde respondía a Libertino, un toro negro, hondo y de poco cuello, poco ofensivo. Tras ofrecer varias embestidas nobles en el capote de Ponce se fue de naja. A relance tomó el primer puyazo, tardeó en el siguiente y le midieron. Se dejó banderillear. Suaves las embestidas del toro al inicio. Repetidor por el lado derecho. Fue a más y terminó siendo un buen toro para el torero. Con fondo y bondad a raudales.
Inclusero, el de más peso, 679 kilos. Negro de capa. Cornicorto compensado por astifino, de buena presencia. Avisó por el derecho a David Mora y luego se dejó lancear. Por voluntad propia fue al caballo y peleó con saña, luego le cuidaron, en un tercio muy desordenado. Emocionante fue el tercio de banderillas por la pujanza del toro. Embistió con derechura y profundidad por el derecho y con temple y largura por el izquierdo. Tuvo buen fondo e interés en lo que hizo. Aunque manseó de salida llegó encastado a la muleta. Bueno en conjunto. Aplaudido al arrastre.
Rumbero hizo cuarto, negro salpicado, grande y destartalado, con dos velas abueyadas. De poco cuello. Aplaudido de salida. Cornivuelto. Blandeó al inicio. Se durmió mientras le pegaban en varas. Se creció en banderillas aunque había ido a duras penas al caballo en la segunda entrada, el jarabe de palo hizo efecto. Noblón de inicio. Adoleció de falta de fuerza por lo que calamocheó. Tardeó y brindó las embestidas sin continuación, de una en una, en la muleta de Ponce. Noble y manso, manejable y colaborador, pero sin entrega.
Como quinto se lidió a Armador, negro listón, de 638 kilos. Grande y feo de hechuras, largo con el lomo recto, bizco del derecho. Noble fue en la capa de David Mora y noble en el caballo dejándose picar, se repuchó del segundo encuentro. Fue franco en el segundo tercio. Rebrincado siguió la muleta al principio para pasar a una embestida sosona. Se vino abajo, fue a menos y terminó diciendo muy poco.
 Granaíno, el toro de la tarde Granaíno cerró la tarde, cuesta arriba, armónico y con el trapío justo. Se pegó una costalada que no le mermó. Empujó con bravura en el primer encuentro, al segundo se vino de largo cubriendo el mejor tercio de varas de la tarde. Alegre fue en banderillas con trancos nobles y largos. Con alegría inició también el último tercio. Bravo encastado fue su comportamiento. Pronto y repetidor. Lástima que el viento molestara a Varea en su quehacer. Interesante toro para cerrar una tarde de interés.
Foto: Plaza 1
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