|
Ficha del Festejo
Vaya tardecita que nos han dado los pupilos de Montealto, como también los tres jovencísimos novilleros que entre los tres apenas sumaban sesenta años, a veinte por barba, uno de ellos hacía su presentación en el coso de la calle de Alcalá, concretamente era el francés Andy Younes, los otros dos que completaban el cartel eran, el mexicano Leo Valdez y el albaceteño Diego Carretero, un nuevo cartel internacional con tres banderas. Todos los asistentes que cubrieron los dos tercios del aforo, todos fuimos con el propósito de disfrutar de la juventud y las ganas de ser alguien en esta tan difícil y sacrificada profesión para la que no todo el mundo sirven y vaya chasco morrocotudo nos hemos llevado, ni toros ni toreros, que desilusión más grande.
El segundo festejo menor de este ciclo se nos hizo largo, pesado y aburrido, por culpa de los utreros de los campos madrileños y también por la desidia y pocas ambiciones de los tres chaveas; a Madrid y más aun a la primera feria del mundo hay que venir con otro talante y poniendo toda la carne en el asador si quieres ser alguien en el toreo, cosa que lastimosamente no pudimos observar durante dos horas y media que duró el festejo; que cosas hubieron –no faltaría más-, ¡pero poquitas!, que no nos llenaron a ninguna de esas dieciséis mil almas que se dieron cita en la plaza.
Así recibió Leo Valadez a su primero Las cosas destacadas de hoy: un quite por chicuelinas en el primero de la tarde otro por zapopinas en el cuarto a cargo del hidrocálido Leo Valdez; el inicio de faena en la boca de riego con las rodillas en la arena y con la mano diestra, las manoletinas apretadas de final; en su segundo una buena tanda con la diestra mano. Con la espada: poco acertado con los aceros en el que abrió plaza, estocada casi entera pero perpendicular en el cuarto. Silencio en ambos.
Bernadinas de Diego Carretero Del segundo espada Diego Carretero, esa larga cambiada pegado en tablas, con la franela los estatuarios iniciales sin mover las zapatillas, una tanda a derechas con temple y mano baja de buen trazo, con la toledana mal, hasta tuvo que hacer uso del de cruceta. En el quinto, nada con el percal, con la franela, un redondo derecho a cámara lenta, las bernadinas apretadas hasta el punto que fue cogido feamente, sacó valor a la hora de matar, un pinchazo y espadazo arriba del morrillo saliendo el utrero sin puntilla. Silencio y tenue ovación que produjo división.
Andy Younes con la diestra El debutante Andy Younes, más o menos bien con el percal en el primero de su lote; buen inicio de labor con la muleta con tres cambiados por la espalda eso le valió una ovación, como también escuchó palmas con el martinete que cerró la tanda de redondos. También poco fino con los aceros. En el que cerró plaza, poco hizo, tanto con la capa como con la muleta, destacaré el circular invertido completo. Pasaportó a su oponente cazándolo con la tizona y dejando una estocada casi entera que poco a poco el novillo fue escupiéndola, pero el utrero dobló. Más silencios.
Digamos en su descargo aunque no tiene disculpa alguna que los seis novillos se les pararon muy pronto.
Con la vara fue aplaudido el picador Jean Bertoli picando al primero del lote de Younes y Morenito de Arlés pareando al tercero del festejo. En el segundo tercio y en el primer utrero de Leo Valdez, se lucieron con los garapullos Rafael Gonzalez y Diego Valladar.
Como habrán podido observar, la novillada fue un fiasco para todos, para el ganadero, para los jóvenes toreros y para todo el público.
Fotos: Muriel Feiner
|
|