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Un natural más allá de los límites de la modernidad Al fin una puerta grande, ¡qué alivio! Ya podemos descansar, ya ni reventadores, ni boicots, ni protestas injustas, los señores taurinos ya tienen su salida a hombros, bastaron unos Alcurrucén al límite de lo admisible, modernitos ellos, pero que permitieron a Ginés Marín, con una tanda de naturales más allá de esos límites de la modernidad y derechazos al modo habitual. Que no se me enfade la mayoría, que no se me enfaden los taurinos o aspirantes a serlo, pero es que no hubo más. El Juli, pues mejor de lo habitual, que no quiere decir que se le puedan hacer fiestas y el otro, ¿quién era el otro? Pero eso, al menos un natural rodeando un poco la cadera, pañuelos, dos orejas y a hombros. ¡Ufff! ¡Qué alivio! Misión cumplida.
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