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Ficha del Festejo
Dos de los toreros de hoy comienzan sus nombres con la primera letra del abecedario es decir la A, llenaron la plaza hasta la bandera que por cierto aún permanecían a media hasta por el vil atentado de Manchester, colgando en taquilla el cartelito de “No hay entradas para hoy". Me refiero al extremeño Alejandro Talavante y al peruano Andrés Roca Rey; era un cartel internacional ya que lo encabezaba el torero francés Juan Bautista Jelabert.
Mucha expectación había por parte de la afición capitalina por la corrida décimo tercera del abono, primero por los toreros acartelados y luego por los siempre esperados toros de Joaquín Núñez del Cuvillo, eso explicaba el entradón.
 Otra oreja para Talavante en Madrid, que paseó hasta la puerta de la enfermería El festejo de hoy ha sido entretenido y no de mucho metraje, apenas ha durado dos horas y cinco minutos, esto posiblemente a que el sexto cuvillo se lesionó a las primeras de cambio, una de las cosas entre otras, es que por fin hemos presenciado un tercio de quites de los tres diestros, que a quienes gustan el toreo con el percal, como al que escribe, también hubieron más cosas sobresalientes de los tres alternantes como veremos más adelante y especialmente la actuación de Talavamte, como el buen hacer de Bautista y el valor y la disposición de Roca Rey.
Hoy por lo menos se lidiaron al completo los toros anunciados, no es que hayan sido nada del otro mundo pero como dicen ahora se dejaron y pudimos apreciar las diferentes facetas que componen y tiene una corrida de toros; de presencia no estuvieron mal, de pitones tampoco y de fuerzas las justas, de capa no digamos y los hubo para todos los gustos, salineros, jaboneros, colorados y negros, hay quien dé más. El peso medio fue de 539 kilos. Los lidiados en primero, segundo y quinto lugar con palmas en el arrastre, en el tercero se dividieron las opiniones, pitos para el cuarto y silencio para el sexto.
 Juan Bautista con el toro salinero El toro que abría plaza era bonito de capa, algo pasadito de kilos y por orden de antigüedad fue para Juan Bautista que se lució con el percal ejecutando cinco verónicas muy aplaudidas por el personal, en el tercio de banderillas también las escuchó Rafael González en el tercer par de palitroques. Bautista tomó el trapo rojo y se fue ante el tendido del 7, ejecutó una tanda buena con la diestra, largos le salieron los naturales abrochados con un pase del desprecio. Con la tizona dejó una estocada entera algo desprendida teniendo que usar la espada de cruceta eficazmente. Su segundo con las fuerzas justas, embistiendo con las manos por delante y que escarbó como tampoco cumplió en varas. Nada con la capa, pero sí con la franela por el pitón derecho, dadas las pocas fuerzas y tratando de agradar se puso pesadito al alargar labor. Lo mejor fue al entrar a matar que lo hizo recibiendo que fue sufí para entregarlo a las mulillas.
 Talavante al natural Los intransigentes protestaron al toro segundo del festejo, que al final sirvió para el toreo de Talavante, aunque tras el segundo puyazo el bichejo hizo hilo y Alejandro tuvo que tomar el olivo. La faena la comenzó en el tercio y con la derecha llegando hasta los tendidos que le ovacionaron, esas ovaciones continuaron al torear bien por ambos pitones y tras cada remate en que se descaró ante los astifinos pitones, su labor fue de menos a más; una lástima que de primeras pinchara con la toledana, luego dejó una estocada entera arriba tumbando al morlaco sin puntilla. Pese a las condiciones del quinto, el matador supo sacarle partido, con sabiduría, con la muleta se fue a los medios, citó a su oponente con la zocata y la tanda le salió tan bien que se corearon con olés, eso sí se llevó un pequeño sustito, cambio de mano y al tercer redondo fue prendido feamente, volvió aunque mermado a la cara del toro, con la zurda escuchó una de las más fuertes ovaciones de la corrida, largos y barriendo los lomos fueron esos dos forzados, a mí me ha gustado ya que ha estado en torero. Con el alfanje ha ejecutado la suerte recibiendo y metiendo la espada en las carnes del cornúpeta arriba, nada más caer el animal aparecieron los blancos pañuelos de forma generalizada. Don Trinidad siendo justo, sacó su pañuelo y el trofeo a las manos del torero que no pudo pasearlo ya que tuvo que pasar a la enfermería.
 Roca Rey se pasa el toro por la espalda casi sin hueco El que menos suerte ha tenido ha sido el esperado torero peruano Andrés Roca Rey, su primero fue el menos potable del encierro, que escarbó por mansurrón, sin embargo el limeño como casi ya es costumbre en él ya escucho palmas con la capa toreando por verónicas incluida la media, los aplausos no se hicieron esperar, también vimos un buen puyazo de Manuel Molina. Sin mover un músculo el inicio de faena por estatuarios luego por derechas bajando la mano tras el remate los aficionados aplaudieron con fuerza, la faena consiguió un nivel alto, primero por el buen trazo de los pases, luego por pasarse muy cerca a su oponente, de cierre y como epílogo bernadinas de infarto escuchando una ovación. Fue una pena que con la espada dejara una estocada entera pero caída, eso si el toro rodó sin puntilla. El toro de más peso era el sexto, en este burel poco pudimos ver, con la capa, el tercio de quites, entre Bautista y Roca Rey, Bautista por verónicas y Roca por gaoneras pasándoselo por la faja. Con la muleta inicia con una pedresina demasiada apretada, al querer torear en redondo con la diestra mano, el toro se lisia malamente una extremidad delantera y aquí terminó todo. Una estocada entera en buen sitio terminó con la vida del renqueante animal. El público aplaudió fuertemente a tan esperado matador. Aún nos queda la esperanza de poderle ver en su segunda comparecencia.
Fotos: Muriel Feiner
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