La Ficha del Festejo.

Con el festejo de hoy llevamos doce festejos del abono a la que hay que sumar una más con la corrida de La Prensa fuera de abono y esto no marcha ni remonta por culpa del ganado y la verdad no lo comprendo, ya que supongo que los ganaderos envían a Madrid lo mejorcito y más escogido de lo que tienen en sus dehesas; lo cierto es que hasta el momento en que hemos visto salir nada más y nada menos que 72 reses por la puerta de chiqueros, nos hemos topado con unas mansadas de esas que hacen historia.

Hoy se han lidiado hasta ocho toros, los titulares, cuatro de Valdefresno, dos de los hermanos Fraile Mazas que da lo mismo, dos sobreros, uno de Adelaida Rodríguez y otro de Carriquiri, ninguno ha servido para nada, desrazados, descastados, mansos y para más inri sin fuerzas; con los devueltos y la larga duración de las faenas tratando de justificarse los componentes de la terna, cosa casi imposible por el juego de sus “enemigos”, salimos del coso muy pasadas las nueve y media de la noche a lo que tengo que sumar una hora de vuelta a casa, la cosa se nos hace muy larga y para presenciar lo que vimos creo lo mejor es verlo desde casa en el canal toros de la televisión.

Ni de un color o de otro

Pero como nos gusta esta fiesta, no queda otra que armarnos de paciencia, acudiendo a la plaza en espera de que en algún momento salte la liebre y por fin salgamos toreando por las calles y alegres, según los entendidos siempre hay algo positivo, ¡yo a mí mismo me pregunto!. ¿Hoy lo hubo?, quizás el valor de Fortes o la disposición y hasta las buenas maneras del francés Juan Leal; pues vamos a ello.

De los toros yo mejor me callo, ya lo hará mi amigo y compañero en la sección El Toro es el Protagonista, solo añadiré el peso medio del encierro 544 kilos.

El primero de la terna era el sevillano Daniel Luque, al que no le rodaron bien las cosas ya que tuvo que pechar con un lote infumable y sin fuerzas, con ese material que le tocó nada es posible, el primero de su lote embestía a tarascadas defendiéndose, lo mejor era despacharlo lo más pronto posible y hábil estuvo con la tizona. Otro de los sobreros que hizo cuarto tris este con el hierro de Carriquiri, un cinqueño que lo único que quería era marcharse, poco o nada podía hacer, algunos aplausos escuchó de los paisanos por su voluntad y disposición ya que le buscó las vueltas obligando al cinqueño a embestir, costándole mucho trabajo pasaportarlo. Esta era su única oportunidad en Madrid y al de Gerena no le acompañó la suerte.

Luque comenzaba ya por salvar la tarde

Tampoco el malagueño Fortes tuvo suerte con su lote. El primer “enemigo” sin codicia desde las varas ya acusó el defecto. A los medios se fue muleta en ristre, hinca las rodillas citando con el cartucho endiñándole al toro tres pases a lo Pedrés, las palmas sonaron en las gradas, reposados unos naturales con buen son y el forzado de cierre, nuevas palmas para el malagueño, corta fue la tanda con la derecha pero los pases fueron impecables, la mayor parte de su quehacer lo hizo por el pitón más o menos potable que era el zurdo, pero el toro se desfondó. Con la espada se volcó sobre la res dejando una estocada entera pero delantera eso le llevó a utilizar el de cruceta en dos ocasiones. Su segundo toro que hacía quinto de la tarde blandeó desde que salió del jaco, no sé porque y con qué intenciones brindó al respetable, todo ya nada en concreto pudo sacar de un pozo sin agua, voluntad y valor a raudales fue lo único que pudimos observar del malagueño, pero cuando no hay toro no hay fiesta ni nada parecido. Con la tizona una estocada casi entera algo tendida que bastó y certero descabello, tiraron al mansurrón al suelo.

Fortes apostaba y toreaba, pero era en vano

El primer ejemplar para el gabacho Juan Leal era un burel con velas por pitones y que al menos se movió; gustó el saludo por verónicas, ya con la muleta al centro del platillo fue para iniciar por pedresinas llegando a la concurrencia, ya después de ser sorprendido el morlaco, embistió a gañafones midiendo al torero y buscando sus carnes pese a todo eso el francés se pegó un arrimón, al verse podido el cuatreño buscó las tablas, en esos terrenos unos pases al natural encima del cornúpeta, finalmente el toro se rajó definitivamente. Al tiro de mulillas lo entregó de media estocada en buen sitio y de un certero golpe de descabello. Muy poquitas fuerzas tenía el que cerró tan soporífero festejo y que salió de najas del tercio de varas demostrando su mansedumbre. El gabacho puso empeño en sacarle algún partido pero naranjas de la china, todo era inútil. Se lo quitó de encima de un pinchazo sin soltar y una estocada entera baja. Cuando las mulillas tiraron de él, el público rompió en un bramido de toro, toro, toro.

Y el francés se lo dejó todo para saludar una ovación

Al término de tan aburrida corrida: Silencio para Luque, palmitas para Fortes y Leal.

*Fotos: Muriel Feiner