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 Y la montera boca abajo, faltaría más Si alguien pensaba hacer un test de resistencia del piso de la las Ventas sin la controvertida chepa, la corrida de Valdefreso Fraile Mazas ha constituido una prueba que ni el mejor de los ingenieros podría imaginar. Si el maestro antichepa ha sido testigo del festejo, debe estar encantado con los resultados. No ha habido toro que no haya medido el ruedo con sus lomos, gracias, entre otras cosas, a la flojera e invalidez extrema, a la falta de casta que o les empujaba a aguantar y a esa mansedumbre que les pesaba como una losa. Hasta Fortes se brindó, hincándose de rodillas. Luque no estaba para nadie y Leal, se debió pensar que estaba en las playas de Benidorm y en seguida se ambientó con su repertorio chabacano y adocenado. Si hasta la montera lanzada por Luque se clavó boca abajo, como mandan los cánones benidormíes. Todo parece partir de un grito que se escuchó al principio del festejo; todos al suelo... y al suelo fueron.
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