|
Dos sobreros se llevaron el gato al agua: Juguetón y Buzonero son los únicos toros que han dado juego en una corrida que se recordará por la falta de trapío y la pasarela de toros horrorosos que hemos visto desfilar.
Langosto, que era bajo y armónico, poco ofensivo, fue devuelto al perder las manos varias veces. Le sustituyó un sobrero de Buenavista, cinqueño, basto, que se dejó torear con el capote y que en varas mostró celo y falta de poder. Sacó casta y se movió en banderillas, apretando en algún par. En la muleta fue pronto y repetidor, con casta y nobleza acudió a los cites de Castella. Tuvo buen fondo, y aunque le faltó fortaleza, brindó suficientes arrancadas para crear una buena faena. Buen toro este Juguetón.
El segundo de la tarde de nombre Garavito, era armónico y astifino, dos leznas lucía por pitones, muy justo de trapío como toda la corrida. Se desplazó en el capote de Talavante con claridad. Empujó en el jaco con fijeza pero con escaso poder. Le costó humillar en la brega del segundo tercio y echó la cara arriba en los embroques. Mantuvo el defecto en la muleta y tiró derrotes. Resultó deslucido, le faltó casta y clase.
En tercer lugar saltó un toro feo, abierto de pitones y bizco ligeramente del derecho. De poca seriedad como los lidiados anteriormente. Muy suelto de salida se mostró. Recibió un puyazo del que salió renqueante, simularon el segundo entre protestas. Bondadoso fue en el segundo tercio y fue pareado con facilidad. Aquellas protestas tenían fundamento, terminó por los suelos en el segundo muletazo. Derrengado sufrió Cardilisto el trasteo final de manos de Javier Jiménez.
El cuarto era un toro con volumen y agradable cara, ligeramente cerrada sin llegar a ser brocho. Le faltó codicia en la capa y poder en el caballo. Gironero, que era su nombre, fue facilón en banderillas. Castella lo brindó al público, cabeceó en la suerte, aunque acudía presto a los cites. Se puso gazapón y tiró tornillazos a la tela. Fue noble pero soso, no transmitió sensación alguna.
Cubanoso duró muy poco en la plaza. Era feo, zancudo y escurrido de carnes, parecía miureño. A estas alturas hay que matizar: sin trapío como toda la corrida. Le sustituyó un Torrealta más feo aún, muy desproporcionado el cuarto delantero del trasero. Y como a la tercera va la vencida, saltó un Conde de Mayalde. Buzonero, el sobrero de Mayalde que cambió el rumbo de la tarde Buzonero de nombre, castaño listón, playero y basto. Enmorrillado y silleto. Salió de naja del primer puyazo y se entregó algo más en el segundo en el de puerta, hizo una fea pelea en varas. No fue dificultoso de banderillear. Noblón llegó a la muleta de Talavante, se dejó por ambos pitones. Tuvo fijeza y temple en la embestida que fueron los factores positivos, unidos a la nobleza y un buen fondo, un carretón que dejó disfrutar a Talavante.
Billetito, el nombre casi ya lo indica, era justo de trapío, armado en delantero. Poca fijeza mostró de salida. Le hizo la carioca el toro al caballo y a punto estuvo de derribar. Hizo una horrorosa pelea en varas. Se dejó sin más en banderillas. A la muleta llegó con un molesto cabeceo y andarín. Deslucido en conjunto que al final sorprendió e hirió a Javier Jiménez.
Hoy era el día de los toros feos, titulares y sobreros parecían de repelo, está claro que Las Ventas merece otra cosa, por algo se debe distinguir la primera plaza del mundo.
Foto: Plaza 1
|
|