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Con un cuarto del aforo cubierto se han lidiado novillos de Hnos. Sánchez Herrero, desiguales de presencia, de escaso juego, desrazados.
Fernando Beltrán, silencio tras dos avisos y vuelta tras dos avisos
Alfonso Cadaval, silencio y silencio tras aviso
Carlos Ochoa, ovacion tras tres avisos y saludos
Fernando Beltran dando la vuelta al ruedo. Foto: Plazavalencia Se ha celebrado en Valencia la tradicional novillada con motivo de la festividad de la Virgen de los Desamparados. Tras tres horas de su inicio, desamparados abandonaban el coso de la calle de Játiva tanto los novilleros con sus respectivas cuadrillas así como los pocos aficionados que han acudido a la plaza.
Parte importante de culpa la han tenido los utreros de la ganadería de Hermanos Sánchez Herrero, muy desiguales de presentación, los tres primeros impropios de una plaza de primera, los cuales han pecado de falta de raza, sobrados de mansedumbre, complicados en general en el tercio de banderillas y sobre todo en la suerte suprema, distraídos, gazapones y esaboríos hasta mas no poder.
La terna ha estado compuesta por el valenciano Fernando Beltrán, quien ha demostrado de nuevo su buen corte, así como por el sevillano Alfonso Cadaval, del cual se esperaba bastante más y del que apenas podemos resaltar algunas tandas de naturales, y por el madrileño Carlos Ochoa, que a pesar de tener que ver como se le ha devuelto a los corrales su primer oponente tras escuchar los tres avisos, sin duda alguna, él ha sido quien ha regalado los mejores momentos de la tarde, pese a su bisoñez, por su predisposición y buenas maneras.
Y es que Carlos Ochoa ha estado entregado toda la tarde, en novillero, tanto en su lote como en los quites, por saltilleras en el segundo y por faroles invertidos ante el quinto. A su primer oponente, una raspa de capa colorada, lo ha saludado con tres faroles de rodillas. Ha manseado en varas, viviéndose el momento de mayor peligro tras embestir por la grupa al equino quien ha salido en estampida chocando contra el portón abriendo violentamente ambas hojas finalizando caballo y picador por los suelos dentro del callejón.
El inicio de faena ha tenido emoción, por las repetidas embestidas del animal y por la actitud de Ochoa que le echaba la muleta adelante para embarcar las acometidas del animal, mano baja, siempre bien colocado, mando y buen gobierno. El novillo al verse podido se ha rajado y aunque el joven novillero le ha buscado las vueltas el de Sánchez Herrero rehuía la pelea, metiendo la cara en burladeros, recorriendo el ruedo buscando la dehesa, hasta ponerse imposible a la hora de matar. No había forma de cuadrarlo, pendiente de todo menos del matador, que tras una media estocada le ha sido imposible descabellar al no humillar. Ha escuchado los tres avisos volviendo el utrero a corrales. El que cerraba plaza tenía buenas hechuras, la carita arriba y astifino. Lo ha saludado Carlos Ochoa con tres ajustadas verónicas rematando con una media garbosa. El inicio de faena ha sido prometedor, un par de tandas con la mano derecha que han hecho sonar la música y de pronto el novillo ha dicho basta y ha bajado la persiana, marchándose a tablas. Lo ha intentado Ochoa de todas las maneras pero era misión imposible. Ha matado esta vez de una buena estocada, quedándose los aficionados con ganas de verle de nuevo.
Fernando Beltrán es un novillero de buen corte incuestionable, con estética, quien maneja bien tanto la tela como el percal. Con el que ha roto plaza poco ha podido hacer puesto que el animal salía suelto de todos los muletazos, desentendido, con la cara alta en el embroque como si la cosa no fuese con él. Se ha atascado con los aceros y ha escuchado dos avisos.
El cuarto tenía volumen y mejores embestidas dentro de su sosería y falta de casta. Beltrán ha estado más pinturero y se ha gustado, tanto a derechas como en algunos naturales sentidos que han llegado al respetable. Ha finalizado su faena con un par de circulares invertidos y desplantes previos a una estocada baja en la suerte de recibir. Ha habido una escasa petición de trofeos que ha negado la Presidencia. Se tiene ganas de que el de Faura rompa un día con un novillo puesto que condiciones tiene para ello.
Alfonso Cadaval no ha tenido su tarde. Precedido de buenas referencias el sevillano no se ha encontrado a gusto ante su primero, sin haber comunión con su antagonista en ningún momento. Faena ayuna de limpieza.
Ante el quinto ha tenido algunos destellos sobre todo con la mano izquierda, pero sin terminar de llegar a los tendidos por la falta de transmisión del novillo. A este lo ha matado bien siendo silenciada su labor.
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