Van pasando los años, y otro mes de mayo en el que nos volvemos a rencontrar con esta sección, en la que para mí es un verdadero honor poder participar. Este año por diferentes motivos laborales, no será posible acudir todos los días al coso capitalino, pero siempre que pueda os mantendré puntalmente informados, desde este espacio.

Todo preparado, para verlo desde allá arriba, junto a las banderas

Como ya dije en la previa antes al poco de presentarse los carteles, esta era una feria en la que se esperaba la “revolución” como nos hizo soñar el nuevo empresario Simón Casas, pero yo creo personalmente que no es para tanto. Carteles rematados y redondos hay muy pocos, a mi me caben en los dedos de una mano. Hay muchos toreros de medio pelo y bastantes apoderados por este mismo empresario.

En definitiva más de una treintena de tardes, en las que en la capital de España, se hablara más que nunca de la tauromaquia y de los que acontezca a partir de las siete de la tarde. Cuando puntualmente el señor presidente saque el pañuelo blanco, se abra la puerta de cuadrillas y comiencen a salir toros por los chiqueros. Una cosa es lo que los aficionados podamos pensar sobre los carteles, los espadas o ganaderías anunciados y otro lo que realmente acontezca, si por algo es bello el mundo de los toros es por esa dosis de sorpresa que siempre tiene. La chispa puede saltar en cualquier tarde, al igual que el toro más bravo salir donde menos te lo esperas.

Muchísima suerte y ánimo a todos. Y cojan fuerzas estos dos días, porque comienza el maratón taurino.