Juan Pablo Herrera: silencio tras aviso y salida al tercio.Javier Castro: silencio en su lote.
Juan Pedro Herrera: salida al tercio y palmas.
El inicio de feria fue en la San Marcos
A pesar de los decires sobre si el Serial Taurino no se daría o cómo se iba a dar, en Hidrotermápolis es realidad y comenzó en la Centenaria Plaza de Toros San Marcos; en nuestra casa de tantos años, justo el 14 de abril, día en que hace ochenta y seis años se proclamó la Segunda República Española, muchos de nuestros taurinos más celebres fueron republicanos y algunos aunque perdieron la voz en la maleza como dijera Blas de Otero, les quedó siempre la palabra. A las generaciones posteriores nos quedó su palabra, su ejemplo, por eso seguimos corriendo la tinta, porque creemos en historias que merecen ser contadas pues aunque resulten tediosas contarlas es el ejemplo de la escritura como memoria y justicia; así ha sido el inicio de feria, un marraonazo.
Difícil lo han tenido los novilleros, aletargante la afición. Por qué anunciar Marrón cuando hay otras posibilidades de ganado, no se le ve razón lógica aparente, pues incluso dicha ganadería de mansos está anunciada una vez más para la próxima novillada del serial taurino y está a años luz de representar una oportunidad para los chavales, la tarde ha sido tan desesperante, como lo es siempre la mansedumbre, que uno se plantea “debe ser más fácil sacarle agua a una piedra, que un pase a los de Marrón”.
Han ligado su enésimo petardo y a los novilleros no les ha quedado más que aguantar, hacer uso de unos cuantos recursos para la galería, intentar aunque por obvias razones sin buenos resultados; le tocó abrir plaza a Juan Pablo Herrera con un novillo sin clase, con el capote lució bien y de muleta le costó mucho ligar, si bien el animal terminaba siempre cara arriba era repetidor y creemos pudo hacer un poquito más, aunque no tanto porque el de Marrón se acaba de inmediato; a la hora de la suerte suprema estuvo mal y después de un aviso se retiró en silencio.
Juan Pablo intentando hacerse del novillo
Ante el cuarto abrevió con el capote y en el último tercio hubo momentos en los cuales logró templarse con el deslucido y de este modo pudo gustar y gustarse más, fue un momento pues como todos sus hermanos el novillo no tenía bravura para ofrecer, Juan Pablo mal otra vez con la espada pero esta vez su labor la reconocieron con un saludo en el tercio.
Los hermanos Herrera alegrando los tendidos en el tercio de banderillas
Como segundo espada actuó Javier Castro, a quien le cuesta bastante definirse, si bien el encierro era para morirse de desesperación, su manera de andar no es siempre la misma, ante el su primero mal con el capote y sin enunciar de manera clara sus maneras, su sitio; mató con estocada caída para escuchar el silencio de la plaza. Ante el quinto de la tarde mostró lo serio que puede ser y logró cosas buenas en los dos tercios, sobre todo con la muleta estar al nivel del soso, desafortunadamente pésima la ejecución con el acero, los tendidos repitieron el silencio ante su comparecencia.
Javier Castro por momentos bien
Juan Pedro Herrera puso lo mejor a un festejo donde no hubo ni bravura, ni seriedad en los tendidos; el joven dejó su sello, su toque personalísimo en cada capotazo dándole variedad a un tercio donde nos tienen acostumbrados (limitados) a verónicas y chicuelinas; en el tercio de muleta tenia que estar quieto, lo hizo, aguantó hasta el final; el de Marrón como bien se imaginan no se comía a nadie, un manso, otro, uno más de los que hicieron un festejo larguísimo, pero el joven aguantó con los pies firmes, estuvo donde tenía que estar y cuando llegó el momento de matar falló los primeros intentos para después despachar con tres cuartos de espada al novillo. El sexto fue el manso que coronó el petardo, así, del novillero no quedó más que la voluntad reconocida con palmas del respetable al terminar su labor; el marrón fue el pitado en el arrastre con toda la fuerza de una afición cansada y molesta de ver el desfile de infumables.
Juan Pedro y su toque personalísimo
La tarde rayó en lo desesperante y el hastío, y si bien a nadie ilusiona ver anunciado Marrón tampoco nadie va a la plaza a decepcionarse ni a ver cómo lo pasan mal los chavales, afortunadamente todo terminó, habrá que pasar página. Nos leemos después de la primera corrida de feria, ahora desde la Monumental de Hidrotermápolis donde harán el paseíllo Ignacio Garibay, Sergio Flores y Diego Emilio (quien recibirá la alternativa) se enfrentarán a seis toros de Santa Fe del Campo y disputarán la oreja de oro.
*Fotos: Humberto García "Humbert"