|
Quisiera decir y escribir tanto de mi hermano del alma, taurino hasta la médula, amigo entrañable, Ricardo De Jongh, quien a comienzo de la tarde de este miércoles santo, se nos fué al Reino Celestial, dejando un profundo vacío entre quienes tuvimos la dicha de compartir lo bueno, lo malo y lo feo de esta vida y de la Fiesta Brava, la que sintió y amó con profundo celo personal y empresarial. Al Reino Celestial partió Ricardo De Jongh Una cornada de la vida que sentimos profundamente pero que recordando la última vez que conversamos, cuando me decía que no dejara desmayar mi pluma por el bien de nuestra Fiesta Brava, que no cambiara por nada ni por nadie, me da más aliento y fortaleza en la defensa e impulso de esta pasión y afición que llevamos por dentro, con la que él se fué a divulgarla en el ruedo eterno celestial.
Ricardo De Jongh nos deja en tiempos duros pero ese ímpetu que mantuvo siempre nos da fuerza y vitalidad para continuar batallando, como él lo hizo hasta que tomó el bus celestial, por nuestra Fiesta Brava, hoy de luto en esta ciudad andina venezolana por su partida. Descansa en paz hermano, Dios te tenga en Santa Gloria y olé.
|
|