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Gran parte del éxito del festejo lo tuvo un excelente encierro de Esteban Isidro, brava y noble novillada.
Bravo y encastado el que abría plaza. De extraorinaria clase el segundo. Bravo humilló con recorrido el tercero. Manejable el cuarto premiado con la vuelta al ruedo. Noble pero flojo el quinto. Algo rebrincado el sexto.
Leo Valadez firma la mejor faena de la tarde en el cuarto. Buenas maneras de Toñete.
Fácil a la verónica Leo Valadez al primero de la tarde, después firmaría un quite por zapopinas. Principió la faena doblándose por bajo. Faena de sobresaltos con un bravo y encastado novillo que transmitió en su embestida. Valadez voluntarioso se vio desbordado en algunos momentos dejándose ganar la acción. Mató de una gran estocada.
Vistoso recibo de Toñete al segundo intercalando verónicas y cordobinas. La faena trascurrió en terrenos de rayas. Novilllo de excelente calidad pero justo de fortaleza. Toñete corrió bien la mano por ambos pitones, conoce el secreto del temple, buenas muñecas. Firmó pasajes de alta nota con un novillo de dulce embestida, torería y empaque al abrocar las series. Mal con los aceros.
Muy trasero el puyazo de Israel de Pedro en el tercero. Bravo y de humillada embestida llegó al último tercio, se desplazó con recorrido por el derecho. Faena vibrante, con intensidad de Darío Domínguez por ambos pitones, sin embargo el conjunto fue a menos. No lo vio claro con la espada.
Se desquitó Valadez con el cuarto. Firmó dos verónicas a cámara lenta en su recibo. Eficaz en la lidia Curro Vivas. Ambiciosa apertura de faena de rodillas. Le dio sitio el mexicano a un novillo de manejable embestida. Faena compacta y bien estructurada, sus ingredientes fueron temple, mano baja y largura, en el trazo de los muletazos. Nuevamente se mostró contundente con la tizona.
Empujó con fijeza en el peto el jabonero quinto. Toñete intentó cuidar de un novillo tan noble como justo de fuerzas. Conjunto de excesivo metraje, en que los mejores pasajes vendrían con una excelente tanda con la zurda. Estocada defectuosa en el segundo envite.
El novillo más hecho salió en sexto lugar, lo recibió Darío con una larga cambiada en los tableros. Voluntarioso y apoyado por el calor de su gente el novillero iscariense lo intentó, en un trasteo tan afanoso como falto de acierto, no hubo acople.
