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La Ficha del Festejo.
Nos sigue faltando casta.
Nos estamos alejando poco a poco –pero ya llevamos mucho trecho-, de la emoción, de la expresión artística, del ejercicio espiritual, de todo ese complejo que integra la verdadera esencia del arte de lidiar toros bravos. En cambio, nos vemos, poco a poco, inmersos en una fiesta que busca el entretenimiento fácil, poco inteligente, que apuesta por la vanidad, la diversión que no pretende trascender de ninguna forma.
La casta, el toro bravo, se están convirtiendo en un estorbo para algunos. Ha llegado el tedio y la afición se ha ido saliendo de la plaza. Al público le da igual ir a los toros que a las luchas.
No nos estaba bastando con eso. El trapío se convirtió en algo accesorio. La México encabezaba a los cosos donde la catadura del toro hasta sobraba. El relevo empresarial inició con un giro en este aspecto y apuntó seriedad. Pero basta que lleguen los toreros ultramarinos y los ganaderos sinvergüenzas para derruir lo poco que se estaba ganando. ¿Quién podría creer que Julián Hamdan pondría, por fin, la honorabilidad por delante y respetar esta plaza? Otros criadores durante el serial novilleril y algunos de esta temporada, se habían esmerado en ser cabales. No se vale que uno, solo por cínico, de alguna manera ensucie al resto. Hamdan se conformó con enviar un encierro “a la mexicana.” ¿Para qué seis bien presentados? Con tres y tres basta, que no es para tanto.
Un poco en esta línea de cumplir con lo suficiente, Juan Pablo Sánchez sumó esta tarde otra oreja. El segundo de Julián Hamdan, como el resto del encierro, adoleció de falta de fuerza. Una invalidez que fastidia. Todo procedente de la falta de la casta y una especie “crianza express”. ¿Cómo hemos cambiado al toro imponente, fiero, codicioso, ávido de vender cara su vida, por uno que se derrumba por si solo como suplicando piedad? ¿Cómo lo hemos permitido? Esto último fue el segundo, un animal tan fijo, dócil y con calidad como imposibilitado para la lidia. El mérito del torero hidrocálido fue cuidarlo, encontrarle la distancia y el temple. Muy bien lo bregó de recibo, con suavidad para enseñarle el camino. Este no estaba para exigirle, sin embargo, una vez más no logra hilvanar las tandas. Que tiene intuición, que sabe acariciar el paso a pasito de los toros, que dibuja trazos, lo sabemos y hoy lo vimos de nuevo. El día que este torero pueda, es decir cuando se conjunten las condiciones de un toro bravo y la capacidad del torero, engarzar una serie de más de seis muletazos, casi con seguridad podrá voltear la plaza. Mientras, ver a Juan Pablo es un tanto conformarnos con el prólogo de algo que hasta ahora no sabremos si existe.
. El quinto hizo conjunto con los mal presentados. Cárdeno, de bonita lámina, alto, pero no suficiente para cumplir con el trapío. Igualmente, muy descastado y desabrido. Sin embargo, no dio la impresión de que Sánchez estuviera por encima con rotundidad. No tenía la calidad del segundo, otra era la lidia, y pareció que no tuvo los recursos para resolver la papeleta con total suficiencia.
. Duro encontronazo debió ser para Miguel Ángel Perera hacer el paseíllo con el 10% del aforo. Uno de los figuras en España y ya con varios años de hacer las Américas, no ha logrado llevar gente a La México. Con él o sin él en el cartel, la entrada habría sido prácticamente la misma.
La tarde de hoy no ayudará para cambiar el escenario. Con la divisa morado y azul rey por delante, no es precisamente una carta de presentación con declaración de intenciones formales. Fue una tarde más, de la poco recordaremos sobre la labor del extremeño. Con el abre plaza, sitio, técnica, mando (justo eso que nos hizo falta en Sánchez con el quinto).
. El cuarto fue protestado por lo mal presentado. Muy feo, nada armonioso de hechuras. El juez de plaza aprovechó que tras el segundo para de banderillas se estrelló con las tablas para devolverlo y deshacerse de las protestas. Inexplicablemente fue sustituido por el segundo reserva –del mismo hierro, por cierto. Lo correcto, de acuerdo con el reglamento, era que saliera el primer sobrero, procedente de Valparaíso.
Con el cuarto bis Perera se acomodó en los lances de recibo e inició la faena de muleta en los medios con una pedrecina. Sin embargo, el animal no tuvo más. Se desfondó inmediatamente y se acabó la historia.
. Entre los matadores de toros en activo, podemos decir casi con toda certeza que quien tiene el peor horizonte en esta plaza, es Armillita IV. El muchacho está pagando, por ejemplo, haber hecho tres paseíllos la temporada pasada sin mérito alguno, y a la vuelta de, sin justificarse en absoluto. Esos detalles en esta plaza pueden llegar a enterrar toreros. Sí, le increparon desde que intentó parar al tercero. Ya no le dan la mínima oportunidad. Sin embargo, a este Fermín le está pesando la administración por un lado. Por el otro, no muestra atributos ni cualidades delante de la cara de los astados. Sin sello, sin personalidad, sin poder, sin… Por ahí, pudo encontrarse en alguna tanda, pero eso no es suficiente de ninguna manera..
*Fotos: Humbert
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