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Aquí se rompió el mito que no hay profeta en su tierra, el torero nacional Andrés Roca Rey volvió a poner la corrida cuesta arriba y el triunfo de salir por la puerta grande del más que bicentenario coso taurino, en medio de los aplausos y ovaciones con el delirio popular, que aclamaron al torero hasta llevarlo a volandas de los costaleros. Por su parte el alternante Julián López “El Juli” estuvo en maestro toreando al quinto de la tarde al que le cortó un apéndice que pudieron ser dos, de no ser por la espada, pero salió del ruedo en medio de los gritos de torero, torero.
En tarde nublada y con plaza llena hasta la bandera, se lidiaron cinco toros de Garcigrande y uno de Domingo Hernández, ambos de propiedad del ganadero español Domingo Hernández Martín, que resultaron disparejos en bravura, destacaron el cuarto y quinto, ambos toros recibieron como premio la vuelta al ruedo en medio del aplauso del respetable.
El Juli, silencio, silencio y oreja
A. Roca Rey, silencio, dos orejas y ovación.
Gran triunfo de Andrés Roca Rey en la Plaza de Acho El Juli recibió al primero de la corrida con lances muy jaleados por cordobesinas, su faena de muleta con los cambiados por la espalda en medio de los aplausos, el triunfo lo perdió por culpa de la espada y descabello. Con el tercero de la tarde poco pudo hacer el madrileño ya que las dificultades y mansedumbre del pupilo de Garcigrande no colaboró con el torero. Su labor fue silenciada. Con el quinto y último estuvo muy bien desde el capote, su faena fue de lidiador y llenó el ojo del público hasta el último momento en el que pinchó en todo lo alto, perdiendo los dos apéndices, sólo quedándose con una oreja.
Andrés Roca Rey tuvo a su primer enemigo a un toro difícil que no permitió el lucimiento del matador, logrando sacar algunos muletazos pero la espada cayó en mal sitió y demoró con el descabello, una aviso silencio al torero y pitos al toro. En el que hizo cuarto el diestro limeño volvió por el triunfo ante un toro que fue repetidor y tenía fijeza, su faena de capote y muleta fue variada con pases de todas las marcas, el espadazo hizo doblar al toro y los pañuelos blancos tiñeron el tendido de la plaza como palomas al viento. La vuelta al ruedo fue apoteósica y recogió flores y prendas. El toro fue premiado con la vuelta al ruedo. El sexto no dejó nada, cerró la tarde con la mansedumbre a pesar que el diestro de Lima insistió por ambos pitones sin logra que rompa, sin embargo su labor fue ovacionada y cargado a hombros de los entusiastas por la Puerta Grande del triunfo. Apostillas.- Se desmonteraron los banderilleros Dennis Castillo y Ronald Sánchez. Destacó en el caballo César Caro. Hubo cambio en los letreros anunciando el nombre y ganadería de los toros. Víctor Hugo Garavito salió de sobresaliente de espadas. La plaza lució bellísima con el marco del lleno total del coso.Julián López "El Juli" toreando por naturales Julián López Escobar "El Juli" toreando en redondo Andrés Roca Rey lanceando con el percal Andrés imprime su sello en América Fotos: Rafael Morán
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