Ante casi un lleno en la Plaza de Toros Jorge Ranchero Aguilar, el tlaxcalteca Sergio Flores mató en solitario siete con toros bien presentados en líneas generales procedentes de distintos hierros, teniendo como resultado artístico el siguiente:

1º - José Julián Llaguno: al tercio

2º -  San José: silencio

3º - Xajay: palmas

4º - Barralva: una oreja

5º - Los Encinos: una oreja

6º - La Joya: palmas

7º - San José: palmas

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El 15 de Septiembre, los mexicanos recordamos a nuestros héroes nacionales que nos dieron libertad, y ese día precisamente se realizó una gesta que pocos se atreven a enfrentar, solventar y triunfar, Sergio Flores, el príncipe tlaxcalteca del toreo moderno, contento, sencillo y con una gran humildad, saboreo un gran triunfo en la hermosa plaza de toros Jorge El Ranchero Aguilar en la primera encerrona de su vida como torero, como sabemos, los toros no tienen palabra de honor, pero en la plaza, salieron siete ejemplares con cara y trapío, por fin, alguien llego y mostro que la belleza, el peligro y el arte, se logran desde que sale por la puerta de toriles al señor toro-toro, y contra toda adversidad del comportamiento de algunos ejemplares Sergio pudo sacar adelante el festejo, ofreció un toreo sereno que le ayudó a desenvolverse y entender mejor a sus ejemplares, con técnica, poder y mucha pero mucha clase en las manos del torero, no podía torear más despatarrado, toreo con el corazón y no cuidó ni se fijé de los estilos: puso por delante el alma y el corazón y se dejó llevar, debía emplearse a fondo si quería triunfar, llegó con muchos reflectores; y fue el  protagonista, el torero contagió a los asistentes con su compromiso y desparpajo con el que bordó sus faenas: terminó vitoreado por los aficionados.
Pero insistimos, la presencia del toro fue fundamental, lo hemos dicho y reiterado insistentemente, no es lo mismo triunfar con una corrida justa en presencia y edad, que triunfar con un toro con toda la barba, y la administración de Sergio en conjunto con el torero, le apostaron fuerte, llegaron toros de diferentes ganaderías mexicanas, con diferentes encastes españoles algunos, mexicanos otros, pero todos con edad, peso, trapío y algunos eran auténticos “pavos”, para quitarle el sueño a cualquier torero, pero a Sergio no le quito el sueño, al contrario, soñó mas alto y soñó con triunfar, con mostrar lo que es ya, una realidad, una joven figura del toreo moderno mexicano, que demostró también que está preparado para grandes hazañas como estas, que con su sencillez, gratitud y humildad, conquista plazas, gente y aficiones, pero que también es el torero mexicano que le puede pelear las palmas y los lugares a los toreros extranjeros, donde sea y con lo que sea, una hazaña épica que ha superado con creces.

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Los toros que salieron por la puerta del ruedo de Tlaxcala, imponentes en presencia y con un comportamiento desigual, pero al final del tema, TOROS.

Se anunciaron seis toros de diferentes ganaderías, todos con gran catadura, edad, algunos no de un gran peso, otros imponentes, pero la palabra resume todo, ERAN TOROS, y eso cambio toda la perspectiva de lo que se pueda observar de lo que haga el torero frente a ellos, el primero de José Julián Llaguno, negro cornivuelto aplaudido a la salida y en el arrastre, bravo al caballo y bueno, cambio de lidia y termino rajado, segundo de la tarde de San José, cárdeno asaltillado, aplaudido de salida y pitado en el arrastre, toro malo, con la cabeza arriba y medias embestidas, pegando arreones, tercero de la tarde de Xajay, asaltillado, muy hondo, un toro con toda la barba, aplaudido de salida y pitado en el arrastre, bravo al caballo, de embestidas descompuestas, malo y con mucho peligro, Barralva, un negro, serio por delante, muy armado, aplaudido en la salida y en el arrastre, bravo con calidad pero muy débil, Los Encinos, cárdeno de hermosas hechuras, tocado del cuerno izquierdo, bravo al caballo, bueno con clase, cambio de lidia y termino rajándose, aplaudido en el arrastre, La Joya, un negro bien armado, recogido de los cuartos traseros y hondo de la caja, aplaudido de salida manseo al caballo, malo con mucho peligro, pitado en el arrastre, séptimo de regalo de la ganadería de San José, cárdeno, careto, bien presentado, toro complicado con peligro sordo.

Sergio Flores, siete toros, siete faenas de gran altura, cumplió las expectativas.

El espigado torero de Apizaco sabia del gran compromiso que tenía frente a él, se preparó física y mentalmente con mucha fuerza y seriedad, tal y como representaba este momento en su carrera, ya que era el parteaguas de su vida como torero, la transición de la promesa a la realidad como figura, pero si describir de un torero dos faenas en una tarde es complicado, trataremos de resumir siete faenas de diferente corte, de análisis totalmente distinto, pero que en todas y cada una de ellas existió un común denominador: la verdad torera, el pundonor, el profesionalismo, el valor espartano, la clase y el poder, la técnica y la entrega.

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“Recuerdo” de Llaguno, permitió a Sergio comenzar con su gesta de manera importante, con el capote recital de tres verónicas y un remate vistoso, que bien recoge el torero a los toros con el capote, buen puyazo de su cuadrilla, que a la postre se verían momentos sublimes en la suerte de varas, quite por chicuelinas ajustadas, con las banderillas un señor par de Pascual Navarro, al relance, aguantando en la cara del toro, aquí falto que el matador le permitiera desmonterarse al banderillero, la gente lo espero,  comenzó con una arruzina en tablas, series por el lado derecho con temple, largos, despatarrado, faena estructurada y muy bien pensada, el toro al sentir que lo dominaron se rajó a media lidia, y el de Apizaco lo llevo a los medios y ahí le exigió que mostrara su calidad al embestir, derechazos en círculos con un aguante impresionante, por naturales simplemente en torero, faena de grandes, estocada de mano muy baja pero con gran intención, salida al tercio con petición de oreja.

“Capitán” de San José, nuevamente lucio con el capote como un grande, con técnica y temple, llamo la atención como los aficionados presentes exigieron a los picadores técnica y aguante, pidiendo que los toros fueran puestos de largo para revivir la suerte de varas, realizo nuevamente un quite Sergio al toro, el cual se mostró andarín y no permitió el lucimiento deseado,  toro no fácil, faena para lidiar, y se tenía que mostrar Flores también con lo malo, y así lo hizo, el toro pidió el carnet y el torero paso la prueba, toreo por la cara lidiando correctamente, que no toreando que es diferente, y así lo entendió la afición, estocada en todo lo alto de efectos rápidos y se mostró el poder en la muleta del torero.

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Y salió “Fundador” de Xajay, el cual causo una gran expectación por su imponente presencia, le ligo un afarolado de mucho aguante ya que el toro lo busco en el suelo, de pie una serie de mandiles y remate, y para este fuerte toro se requería de una puya igual, y fue Cruz Prado “El Mana” quien dejo la estampa más bella en la suerte de varas de toda la tarde, ¡puyazo de antología! Que lo obligo a quitarse el castoreño y recibir el reconocimiento de los aficiones que dé pie le tributaron, y menudo paquete le quedo a Sergio, comenzó por alto y aguantando horrores las medias embestidas descompuestas de “Fundador” y el ruedo se llenó de un miedo inspirador, si, inspirador de una danza con la muerte de un hombre vestido de príncipe,  el toro terminaba con la cabeza en alto, tirando los derrotes y eso no limito al esteta tlaxcalteca, quien mostro nuevamente un gran poder con la muleta, aguantando y colocando los muslos como carnada para que el toro metiera la cabeza y arrancarle los muletazos que no tenía, muy por encima del toro el torero nuevamente, con la espada un pinchazo, espadazo contrario y un golpe de descabello para pasaportar el toro malo, retirándose entre aplausos y con una entrega total de la afición nuevamente.

Barralva y “Clavillero”, nuevamente inundo el ruedo de la Ranchero Aguilar la presencia del toro con edad y trapío, quiso Sergio ligar y templar mandiles con el capote pero el toro doblo las manos de manera continua, en el caballo un tumbo espectacular, el quite hecho por Zapopinas fue espectacular, con la muleta pases largos en los medios aguantando de largo la embestida pero al mismo tiempo ayudando al toro, con la mano derecha busco alargar el muletazo, pero al segundo o tercero ligado se caía el toro, pero eso no impidió que diera una catedra de entendimiento a la lidia del toro, ya que ligo muletazos de uno en uno, y algunos magistrales de temple y gran interpretación, la gente en el cuarto toro muy respetuosa y atenta con Sergio, por el lado derecho y sin ayudado, ligo unos muletazos de única interpretación, y todo esto, viviendo la presencia del toro bravo en el ruedo, toreo por alto con manoletinas y un estoconazo hasta los gavilanes para recibir la primera oreja de la tarde.

“Corregidor” de los Encinos, un cárdeno fuerte que salió como una locomotora, y Sergio en los medios, de hinojos, hecho una jabato, le recibió con un afarolado ejecutado magistralmente, sin cuentos, sin tirarse a un lado, el capote a dos manos, sin ventajas, y de pie un verdadero recital de verónicas, recordándonos que en México hay toros y toreros de gran valor, en el caballo, el toro de largo, solo se marcó con un puyazo trasero, pero el encuentro con el peto fue brutal, y eso lo entendió Sergio y pidió ya no volver a colocar al toro, y así nos regaló un quite precioso por tapatías, hermoso de verdad, y después algo que no esperábamos, el matador tomo las banderillas sin ser un banderillero consumado, invito a su subalterno de confianza Fernando “el pelón” y al matador Rogelio Sánchez quien salió de sobresaliente, este último dejo un buen par al cuarteo, al igual que Fernando, y Sergio al violín en una distancia cortísima, comenzó con la muleta en la línea del tercio, de rodillas, iba por todas, pases largos para rematar con un molinete y uno de pecho larguísimo, dos series vendrían de verdadera apoteosis, lentísimos, con una calidad y temple de locura, no se puede torear más despacio, el toro al ver que lo dominaron se rajó y no quiso más, pero esos muletazos, los seguimos disfrutando, tres cuartos de espada y lo partió prácticamente, una oreja más a la espuerta del torero.

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“Libertador” de La Joya, toro negro de hermosas hechuras también pero que desde su salida hizo cosas de manso, por lo que con el capote solo lo sometió, al caballo excelente puyazo, pero el toro busco siempre quitarse la vara, tirando derrotes a diestra y siniestra arriba del estribo, inicio con estatuarios firme como un poste, con las zapatillas bien plantadas, lo toreo bien entendido de acuerdo a sus condiciones, y aguantando enormidades las espiadas que daba el toro, tuvo que “tragar” literalmente el torero, pero con mucho pundonor y vergüenza torera, valor espartano que espantaba a los tendidos, pinchazo en alto y estoconazo, y regalo un toro más, si no había sido suficiente seis toros, quiso uno más, vaya fortaleza del torero.

“Cadete” de San José, fue el de regalo, toro complicado y con peligro sordo, no se entregó al capote, y con una gran sencillez que es la característica de este torero, brindo al niño con discapacidad hijo del guarda plaza, que lo veía sentado en su silla de ruedas y al cual se le ilumino su rostro al ver a su torero acercarse montera en mano para regalarle unas palabras de respeto y admiración, detallazo de Sergio y reconocido por la gente la cual de pie le tributaron una carretada de aplausos, doblones poderos rodilla en tierra y el toro cambio de lidia, series por el derecho, pero el toro “cobero” te permitía dos muletazos y el tercero te buscaba, y a pesar de ello nuevamente el espigado torero le hizo la poca faena que tenía el toro, lo probo por el izquierdo y cuajo unos muletazos despacios, tridimensionales, brutales, ¡enormes!, con la espada se tiro con el corazón por delante pero por desgracia lo “calo” por los costillares y la gente lo premio con fuertes palmas.

Al término del festejo salió a hombros, rodeado por niños quienes lo han tomado como un superhéroe, y al grito de ¡torero! ¡torero!, salió por el patio de cuadrillas, bien por Sergio que demostró que ya no es una promesa, sino una realidad, una joven figura del toreo moderno mexicano.

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Nota al pie.-

La presencia del toro bravo en el ruedo de la Plaza de Toros Jorge El Ranchero Aguilar, deja un listón muy alto para la empresa que llega a la próxima feria de Todos los Santos, los aficionados exigirán la presencia con la edad y el trapío que se pide para esta plaza con el respeto que se le dio a la afición Tlaxcalteca y que esperan en el próximo serial taurino de feria.

La humildad, sencillez y gratitud de Sergio Flores, los brindis hechos en sus toros, a sus primeros maestros como lo fueron Marino Ortega El Tlaxcalita y Jesús Villanueva habla de la gratitud del torero, a su equipo de trabajo y apoderado hablan de cariño y estima, asi como el agradecimiento a la gente que tanto le han dado y la sencillez que al final mostro al quedarse hasta el final tomándose fotos y recibiendo el cariño de la gente, sobre todo de los niños, bien por este torero caro y escaso.

*Fotos: Ángel Sainos