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Con tres cuartos de entrada en tarde bochornosa de temperatura se han lidiado toros de Sánchez Arjona de desigual presencia y juego.
Diego Ventura ,oreja y dos orejas
Miguel Ángel Perera, silencio tras dos avisos y oreja
Cayetano, oreja en ambos.
 Ventura y Cayetano a hombros Un gran cartel se formó por parte de la nueva empresa organizadora de los festejos en Alcázar de San Juan. La combinación compuesta por el buen empresario Carlos Zúñiga atrajo a un gran número de espectadores, unos 5000 aficionados, si es cierto que pudo haber alguno más hasta cubrir por completo el aforo, pero es un paso importante en la recuperación de esta plaza. El público, además disfrutó sobre todo con Diego Ventura y con la profundidad y valentía de Perera, de Cayetano se quedaron con su sonrisa y su planta aunque dejó detalles de sentir artístico. La nota negativa la pusieron los toros de Sánchez Arjona que no terminaron de romper, ni de emocionar. Todo lo tuvo hacer la terna ¿Qué fue de la emoción?...
 Ventura luciéndose en banderillas Diego Ventura estuvo muy dispuesto toda la tarde. Arriesgó mucho con Nazarí dando la cara siempre y con una espectacularidad y una expresión que caló en el tendido a lomos de Maño y Remate. Marró con el de muerte en dos ocasiones y un rejón desprendido que no le impidieron cortar una oreja. Con el cuarto volvió a evidenciar lo grande que es su cuadra, gustó mucho con los quiebros con Fino y con Roneo, un caballo que como su nombre dice, roneó de lo lindo al tendido con cercanía y emoción, una gran actuación de Ventura sin duda. Acertó a la primera con el de muerte consiguiendo pasear dos orejas.
 Perera estuvo muy variado con el capote Miguel Ángel Perera recibió a su primero con lentas verónicas de recibo y muy variado en quites por chicuelinas, delantales y tafalleras. Comenzó su faena de muleta a pies junto sin moverse del sitio. Logró algunas series de profundidad y encaje por el pitón derecho, por el izquierdo no terminó de haber acople. Tras media desprendida y dos descabellos fue silenciado.
En el quinto de la tarde se dio un auténtico arrimón poniendo toda la emoción que no tenía el toro estando al filo de la voltereta, la pena es que la fortuna no llego a sus manos y tampoco estuvo atinado con la espada paseando una cariñosa oreja.
 Cayetano en redondo Cayetano dejó detalles pintureros y recordando a su padre con muletazos mirando al tendido con un toro que mostró poco interés por las telas. Colocó media estocada tendida y descabello que le sirvió para cortar una oreja.
Con el que cerró el festejo tampoco terminó de convencer dejo detalles y algún buen remate, lo mejor fue la gran estocada que le abriría la Puerta Grande.
Fotos: Teresa Torres
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