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Con casi media entrada se han lidiao novillos de Luis Algarra, bien presentados y de buen juego excepto el 4º.
Filiberto, oreja tras aviso y oreja
Luis David Adame, oreja y silencio.Filiberto con hombros Buena tarde en la primera de las dos novilladas de la Feria en honor a San Roque de la Villa de Blanca. El cartel era atractivo, con dos toreros que pronto tomarán la alternativa, Filiberto y Luis David Adame.
Antes de romper el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Víctor Barrio.
Filiberto con la diestra en su primero Filiberto: El primer novillo de la tarde, de capa salinera, no dejó lucirse con la capa a Filiberto. Sí peleó en varas, noble en la muleta y de poca transmisión. El diestro basó la faena por el pitón derecho, con series en redondo, con el novillo cosido en la muleta, con quietud, hondura y mimbreante cintura, abrochando con pases de pecho. Por el izquierdo el novillo calamocheaba molestamente. Filiberto vuelve a la diestra, en cercanías, con mando y temple. Estocada casi entera precisó el uso del verduguillo.
Aquí con la mano baja El tercero el mejor del encierro. A punto estuvo de darle un susto a Filiberto, que resbaló al intentar rematar el saludo capotero. Novillo bravo en varas y pronto en banderillas. Cuajó una gran faena de muleta, a un novillo que se desplazó exigiendo el toreo por abajo. Filiberto inició con estatuarios en la boca de riego, le dio distancia y lo llevó embebido, arrastrando la muleta por la arena, con temple, ceñido y en un palmo de terreno, abrochando con pases de pecho y desplante con rodilla en tierra. Pinchazo sin soltar y estocada entera.
Adame al natural Luis David Adame: Su primer novillo fue protestado de salida por la falta de fuerzas, fue bravo en varas. Adame le hizo un quite con chicuelinas y tafalleras, volviendo los pitos por ovaciones, que siguieron durante la faena de muleta que brindó al público. Inició y en los medios encadenando pases cambiados por la espalda, para ligar después templadas tandas por ambas manos sin moverse del sitio, con gusto y torería. Pinchazo sin soltar y estocada entera en la yema que precisó un golpe de verduguillo.
El mexicano intentando con la diestra El cuarto, el más serio y complicado del encierro, acudió al caballo en dos ocasiones y esperó en banderillas. El diestro lo saludó con mecidas verónicas y revolera. Brindó Adame al respetable y comenzó su faena pegado a tablas. El novillo, mansito y gazapón embestía midiendo al torero, acabó por buscar las querencias. Adame, muy firme, dio espectáculo a un público que quería diversión. Se atracó en la gran estocada que necesitó varios golpes de verduguillo.
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