En Calasparra con plaza casi llena, en tarde muy calurosa, se han lidiado cuatro toros y dos novillos-toros de Victorino Martín, en su Cincuenta Aniversario como ganadero, bien presentados, bravos y encastados. 1º y 3º aplaudidos en el arrastre, complicado el 4º. Indultado el lidiado en 5º lugar, 'Plebeyo'

Curro Díaz, saludos desde el tercio y dos orejas y rabo simbólicos

Antonio Puerta, ovación con saludo en ambos

El novillero Filiberto, ovación con saludo y una oreja.

Curro Díaz, Victorino y el mayoral han salido a hombros por la puerta grande.

Curro Díaz y Victorino a hombros

Día histórico e inolvidable el de los Santos Patronos San Abdón y San Senén de 2016, en el que se celebró el 50 aniversario del debut ganadero de Victorino Martín como propietario de la legendaria ganadería de la A coronada, en esta plaza. Su mejor regalo fue el indulto de “Plebeyo”, único toro indultado en Calasparra.

Este es 'Plebeyo' el toro indultado

Antes del paseíllo se estrenó el pasodoble Victorino Martín, obsequio del Club Taurino de Calasparra, compuesto por el maestro Juan Jesús López Sandoval.

Tras el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Víctor Barrio y se exhibió una pancarta recordando que fue espiga de oro de la Feria del Arroz en septiembre de 2010.  

Curro Díaz cierra con media el saludo al toro indultado

Curro Díaz indultó el toro corrido en quinto lugar de nombre “Plebeyo” cárdeno, con el número 10 en los costillares, aplaudido de salida por sus bonitas hechuras, un toro bravo, encastado, con recorrido y duración que empuja con los riñones en varas, al que le tapan la salida en un puyazo largo. Pronto en banderillas. Repetidor incansable siguiendo los vuelos de la muleta y haciendo surcos, con el hocico, en la arena.

Fue una fiesta desde que Curro se abrió de capa con templados lances cargando la suerte, ganando terreno rematando con media y revolera. Un faenón, pleno en ligazón y sentimiento, desmayo en la figura y muñeca “rota” abrochando con trincherillas, pases de pecho a hombro contrario o pases de desdén. Cada muletazo era una obra de arte que ascendía en calidad que expresaba su personalidad y torería. El público en pie, vibrando de emoción, no dejaba de  aplaudir.

El de Linares al natural

El indulto fue pedido unánimemente, al que en un principio se negó el ganadero, pero visto el alboroto de los tendidos y Curro siguiendo toreando a placer, accedió a ello y supuso un feliz colofón para los allí presentes.

Al toro que abría plaza lo saludó con mecidas verónicas y dos bellísimas medias, abrochando con una revolera, un buen toro que acudió con prontitud al caballo y esperó en banderillas. Lo entendió a la perfección el de Linares, dando las mejores tandas de la tarde toreando al natural. Faena de fino torero y artista  estropeada con la espada, cinco pinchazos y estocada. Se cortó en el rostro con la espada, y tuvo que pasar a la enfermería, saliendo al 5º toro

Antonio Puerta con la diestra

Antonio Puerta  lidió en cuarto lugar, mientras salía de curarse Díaz. Ese cuarto fue el toro más deslucido del encierro, empujó con fijeza al caballo y pronto en banderillas. Embistió echando la cara arriba mirando las tablas. Puerta muy firme lo intentó por ambos pitones sin llegar al tendido.

Mejor fue su primer toro, el segundo de la tarde, al que recibió con verónicas y media de cartel. Bravo en varas y pronto en banderillas. Se desmonteran Antonio Camacho y Salvador Lobato. Brindó a Victorino hijo. Puerta inició la faena de muleta con bonitos doblones por abajo, realizó una faena basada por el pitón derecho, citando de largo y llevando embebido al Victorino, le corrió la mano con largura y gusto abrochando con pases de pecho de pitón a rabo. Por el izquierdo era otro toro, echaba la cara arriba calamocheando. Estocada tendida, desprendida y dos golpes de verduguillo.   

Filiberto con la izquierda

Filiberto: Se despedía como novillero de su pueblo, a poco más de un mes para su alternativa. Su primer novillo no le dejó lucirse de capa por lo que le anduvo hacia atrás. El novillo de Victorino extraordinario con mucha nobleza, recibió dos puyazos, embistiendo con fijeza. Inició la faena doblándose por bajo siguiendo con varias tandas ligadas en redondo citó de largo y corrió la mano con largura y por abajo, en la boca de riego, rematado con excelentes pases de pecho. Por el pitón izquierdo poco pudo hacer, el de Calasparra, muy  dispuesto, le arrancó al victorino algunos excelentes naturales. Tres pinchazos y estocada que hace guardia le privan de las orejas.

Al novillo que cerró plaza, con cuajo de toro, lo paró, 1º, andándole hacia atrás para después propinarle bellas verónicas y bonita media. El novillo-toro fue bravo en varas. Muy firme ligó tandas en redondo y al natural de gusto y mano baja rematando con pases de pecho a hombro contrario y desplante muy toreros. Estocada y golpe de verduguillo.