El encierro de Joselito, todo una lámina de capas, castaños, melocotones, jaboneros y negro,  tuvo nobleza y resultó manejable, sin embargo le faltó fondo, motor a toda ella, viniéndose abajo.

Fijo y pronto el que abría plaza pero a menos. Repitió pero sin romper el segundo. Peligroso el tercero. Manejable el cuarto. Dormido y sin clase el quinto. Rajado se movió por inercia el rebrincado sexto.

Juan Bautista solvente y entregado, con oficio, salda la tarde con triunfo. Voluntarioso David Mora. Infortunio de un valiente Gonzalo Caballero.

La cara la cruz del toreo se dio cita esta tarde en el coso de Cuatro Caminos.

Variado Juan Bautista con el capote en su primero tanto en el galleo por chicuelinas como en el quite por caleserinas, se agarró bien Puchano en el puyazo. Faena fuera de las rayas sobre el pitón derecho, voluntarioso pero le faltó continuidad a Juan Bautista, con un toro noble pero a menos. Pinchazo y desafortunado con el descabello.

Susto inicial de David Mora con el jabonero segundo, que se le vino por dentro al pecho en el primer lance. Suavidad en la brega de Ángel Otero. Le costaba tomar al toro la muleta que le ofrecía David Mora. El de Borox puso lo que no tuvo el toro. Efectiva la estocada entera pero caída.

Sin fijeza en los primero tercios el tercero, un toro que llegó con muchas complicaciones a la muleta. Peligroso y de mutante condición. Valentísimo Gonzalo Caballero que le dio trato de bueno, se puso por la derecha sin probarlo. A la tercera tanda fue prendido por el muslo derecho. Continuó su labor sin inmutarse poniendo sobre la arena un valor sin cuento. Se volcó sobre los pitones tras la espada y no pudo escapar siendo cogido de nuevo. Se resistió a ir a la enfermería y volvió a montar la espada recibiendo una cornada en la entrepierna.

Con encaje toreó Juan Bautista a la verónica al cuarto.  Sitio le dio el torero de Arles a un toro manejable, temple y ligazón en una faena variada, abrochada por unos toreros ayudados a dos manos. Estocada recibiendo.

Muy por encima David Mora del deslucido quinto, basto de hechuras, que embistió sin clase ni ritmo en el último tercio. Faena porfiona rematada por una estocada entera y caída.

Entregado Juan Bautista con el sexto lo toreó a la verónica de rodillas para continuar ya en pie a  pies juntos en los medios.

Compacta faena, basada en la técnica con ausencia de tirones, fue construyendo una faena con ritmo y buen todo frente a un toro rebrincado que embestía por inercia. Bautista tapó la deslucida condición. Mató recibiendo, aunque la espada resultó caída en su colocación