Con menos de media entrada se han lidiado toros de Victoriano del Río, justos de presencia y de juego desigual.

Perera: Oreja y ovacion

David Mora: Ovación y oreja

Lopez Simón: Ovación en su lote.

Foto archivo

Complicado es hacer el paseíllo tras el sunami Roca Rey, bueno para la Fiesta, elevado a la enésima potencia por algunos, a menos revoluciones las valoraciones de otros, pero importantísimo para la Fiesta, bienvenido sea, bendito sea Dios.

Hoy una terna variada de conceptos, respetados, con curriculum vitae de sobra conocido y con conceptos del toreo bien diferenciados. La Ganadería de renombre, Victoriano del Río, triunfadora en Madrid, Pamplona, pero que hoy en Valencia ha seleccionado un encierro impropio de plaza de primera, bueno para el ganadero, menos para el aficionado, muy desiguales de presencia y juego, siendo los mas resaltables primero, quinto y sexto, pero sin tirar cohetes, propios de esta tierra.

El aforo de la plaza ha sido un cuarto de plaza, con toda seguridad por coincidir con el dia, sábado, día de multiples festejos populares en las calles de la Comunidad Valencia, tan castigado por los perraflautas políticos de turno en esta tierra, contrarios de las tradiciones populares, esos que defienden la libertad a boca llena pero que no respetan varios siglos de tradiciones, los que cantaban hace pocos años que el pueblo no puede perder su identidad, pero esta Comunidad, si puede presumir de algo, es de ofrecer desde varios siglos los festejos taurinos desde Vinaroz hasta las puertas de Almansa. Y si no les gusta, ya se sabe…

Se han cortado dos orejas, una en el esportón de Perera y otro para David Mora, poco bagaje para lo previsible de antemano. La profesionalidad de los toreros intachable.

Perera ha saludado a su primero con ganas de triunfo, apenas ha picado al astado que ha tenido movilidad, citando desde la boca de riego en el inicio de muleta con un pase cambiado por la espalda, templando y con gobierno sometiendo sus embestidas. Circulares imvertidos en el epílogo previos a una estocada trasera que le ha servido para cortar una oreja.

El cuarto ha sido un manso, al que ha banderilleado de forma soberbia Curro Javier, pero el animal ha ido a menos en la faena de muleta y no ha tenido demasiado interés en los tendidos.

David Mora se las prometía ante su primero, con mando temple y siempre bien colocado, pero el de Victoriano pronto se ha venido a menos, rajándose y buscando tablas.

El quinto de precioso pelaje, sardo, sobresaliendo un quite por chicuelinas. Le perjudicó al astado el tercio de banderillas  con excesivos capotazos, llegando al último tercio desfondado. Torerísimo inicio de faena, derechazos cargando la suerte, trincherazos, sabor añejo, todo con fundamento, básicamente por el pitón derecho. La buena estocada ha sido clave para cortar la oreja.

López Simón ha estado hecho un tío en el que cerraba plaza, un buen toro de más a menos, toda la faena con suavidad, templanza y siempre bien colocado. Cuando el de Victoriano se paró buscó los terrenos de cercanías, donde se encuentra cómodo, como en el salón de su casa, cruzándose al pitón contrario, por momentos temerario dejándose tocar los pitones la taleguilla. Pero el infortunio de una mala estocada ha dado con todo al traste.

El tercero ha sido un mansito al que ha entendido a la perfección , descompuesto en sus embestidas y al que le ha dado fiesta, aunque la transmisión ha sido efímera. De nuevo ha emborronado su faena con la espada.

Lo mejor de todo ha sido la sensación del aficionado al salir de la plaza, conscientes que los tres matadores han dado todo de si . Y no es poco. Mañana más.