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Julián López El Juli lograba su onceaba puerta grande en la feria de San Fermín. Le cortó las dos orejas al quinto de la tarde. Era un toro que tenía calidad aunque no pudimos verlo en el caballo pues El Juli decidió pedir el cambio de tercio con un topetazo en el peto y con un picotazo de mosquito. Era cuestión de dejarlo crudo. Hubo series bonitas y ligadas, de muleta arrastrada y siempre puesta en la cara. La técnica fue buena, la faena lucida pero hay que volver a hablar a la baja de la estética del de Velilla, muy caído de hombros y quebrado de cintura al modo alcayata. Se rajó el toro. Estocada interesante pero no efectiva pues hubo el torero de recurrir al descabello. Al toro se le dio la vuelta al ruedo, pese a todo.
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