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Preciosa de lámina, presencia y trapío la corrida de Escolar en Pamplona. Diferentes en cuanto a comportamiento y poco visibles ante el respetable. La corrida pasó por anodina cuando en realidad hubo toros interesantes que hubieran permitido a los toreros tocar pelo. Fue el caso del segundo, con el que Bautista se acopló en ocasiones aunque abusando del pase de pecho. Con su tercero anduvo más completo, aprovechando un buen pitón izquierdo y sin perder de vista el derecho por el que también hubo toreo. A la muerte de este toro el torero francés fue premiado con una oreja. Foto archivo La faena bonita de la tarde la hizo Alberto Aguilar al que cerraba plaza. Toro complicado, aunque no daba la sensación. Era un toro para la lidia y Aguilar decidió dársela con clase y estilo, buscando la belleza que en el trance pudiera haber, intentando incluso meter al toro en el canasto de la ligazón cuando las cosas parecían permitirlo. La espada no se puso de la parte del torero.
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