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Han dejado de ser negocio las plazas de toros, ya no se construyen; los nuevos recintos tienen que ser lugares para diversos espectáculos que, desde luego, puedan acondicionarse para realizar corridas de toros.
Tal es el caso de Acrópolis, la cumbre del espectáculo, inmueble que será la nueva casa del toreo de la ciudad de Puebla. La obra se construye en el noreste de la Angelópolis, en lo que fue el estacionamiento de los estadios de beis y fútbol. El terreno es propiedad de los accionistas, fue comprado al gobierno, la empresa posee escrituras que lo avalan como propietaria del terreno, mencionó el Lic. Jorge Rejón Boyancé, director de la empresa, en entrevista a Opinión y Toros.
La construcción es anti sismos, no está sostenida en la tierra; la estructura descansa sobre unos pilotes enterrados a cuarenta metros de profundidad que tienen la fortaleza y estabilidad necesaria para soportar la estructura, ésta es de acero, está contraventeada, es decir bien agarrada. La obra se inició en abril del año pasado, casi terminada, tendrá un costo de 400 millones de pesos, ha generado infinidad de empleos directos; evidentemente, los seguirá dando más una significativa derrama económica en la ciudad, cuando esté funcionando.
 Acrópolis, la cumbre del espectáculo El centro de espectáculos se pondrá en marcha el próximo 12 de agosto con la presentación del cantautor Juan Gabriel. Taurinamente es posible que la inauguración se realice el 19 de noviembre, misma fecha en que arrancó El Relicario en 1988. Aunque el matador Arturo Gilio, uno de los accionistas, me dijo que esa sería la fecha, tal vez rectifiquen porque el sábado 19 de noviembre se efectuará la última corrida de feria en la capital tlaxcalteca, en la que se dice que participará el peruano Roca Rey.
Aún no está definido el cartel inaugural de Acrópolis , dependerá de los extranjeros que vengan a nuestro país a la campaña invernal, “a hacer la América”, como dicen ellos; lo que sí, habrá una figura de altos vuelos. Los planes actuales son realizar entre noviembre de este año y febrero de 2017, cuatro festejos taurinos, posiblemente sean dos corridas y dos novilladas. Será la empresa de Acrópolis, con Gilio a la cabeza, quien se eche la tarea de organizar las toreadas, de momento no está en sus planes concesionar el coso a otra empresa.
El aforo de Acrópolis será de 10,000 asistentes aproximadamente, se modificará de acuerdo al espectáculo. Por lo que se refiere a la cuestión taurina, el lugar tendrá posibilidad para recibir 8,500 espectadores. Según el reglamente taurino de la ciudad de Puebla, las plazas de toros con una capacidad mayor a 5,000 asistentes son plazas de primera categoría.
El ruedo medirá 39 metros de diámetro (mismas dimensiones de El Relicario), contará con callejón, báscula para pesar los toros en el desembarque, ocho toriles cuatro corrales con sus respectivos abrevaderos y comederos, puentes para que los aficionados tengan oportunidad de ver los encierros, contará con enfermería, capilla, 150 servicios sanitarios con higiene durante todos los espectáculos de cualquier índole.
Acrópolis Puebla lo integran: Arturo Gilio, los hermanos Pedro y Pablo Vaca, Carlos Muriño y Maurice Gendreau; el director es Jorge Rejón y Denisse Ávalos asiste a la dirección.
 Lic. Jorge Rejón Boyancé, director de la empresa Algunos de los accionistas son gente del medio taurino. Arturo Gilio es matador de toros en retiro y ganadero de bravo, la dehesa lidia con su propio nombre, está ubicada en el municipio de Mapimí, en Durango, también es padre del novillero que se llama igual que él. Los hermanos Pedro y José Vaca son accionistas de La Punta, ganadería de toros de lidia, cuyo ganado pace en Jalisco, en Lagos de Moreno.
En marzo de 2015, cuando se presentó el proyecto, se mencionó que se llamaría Coliseo de Puebla, igual que el de Torreón y Mérida, sin embargo tuvieron algunos problemas para ese nombre. Decidieron que fuera Acrópolis, pensando en hacer una familia por conceptos de lugares históricos de Roma o Grecia, ya existe Coliseo, quizá el próximo, remató Jorge Rejón, se llame Partenón.
El destino de El Relicario se desconoce, la construcción continúa arrumbada, sin usarse; el gobierno estatal no la renta. Lo que sí, es un hecho, la Acrópolis de la Angelópolis dará toros en cinco meses.
Fotos: Cortesía de Karen Rojas
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