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Interesante corrida de Baltasar Ibán -al menos no hubo aburrimiento-, en la que la casta ha estado presente. El segundo de la tarde, de nombre Camarín, recibió una gran ovación al arrastre. Al saltar el primero de la tarde nos hizo rememorar recuerdos importantes de la tauromaquia en Las ventas. Respondía a Bastonito, y por momentos pensamos que podía mostrase tan bravo como su antecesor. Pero no fue así, no pasó de ser un toro noble y repetidor. Lució preciosas hechuras, bonito, bien encarado y armónico. Se mostró noble en el saludo, aunque hizo sospechar su falta de fuerzas. Tardó, pero terminó arrancándose de largo a la segunda vara. Fue noble en los tres tercios, en el de muleta tuvo fijeza, pero le falló la fortaleza, su falta de fuerzas y casta le llevó a rajarse pronto. Dejó estar a gusto a Iván Vicente. Camarín, el más bravo en lo que va de feria El más bravo del encierro, y de lo que va de feria, ha sido el jugado en segundo lugar de nombre Camarín. Cuajado, bajito y hondo, respondiendo por hechuras a la sangre contreras, embistió con casta desde la salida en el capote de Alberto Aguilar, repitiendo con prontitud y fiereza. Peleó en la primera vara tras arrancarse con alegría de largo. Mejor fue en la segunda desde parado, en la primera se arrancó a relance. Una pena que no nos dejaran disfrutar de una tercera entrada. No puso dificultades en banderillas, se arrancó por derecho y galopó. Desde el saludo fue un repetidor incansable, haciéndolo siempre por ambos pitones con franqueza. Tuvo fijeza y prontitud, y fue portador de la aspereza que debe llevar implícita la bravura. Bravo en los tres tercios. Murió con la boca cerrada como toda la corrida. Se llevó una gran ovación al arrastre.
Sandonguero fue el tercero de la tarde, un lomirecto y veleto, serio pese a su escasa romana: 484 kilos. Enjuto. Castaño ojinegro, un pelo típico del encaste contreras, degollado y de poco remate por detrás. Se dejó picar en dos entradas al caballo. Fue pronto en banderillas y dejó lucirse. Repitió codicioso por ambos pitones, respondiendo más templado por bajo en la muleta de Víctor Barrio. Fue repetidor, mostró nobleza y fondo, toro de buena nota en conjunto que fue aplaudido. El cuarto, Tesugo, era abierto de cara, con cuajo y peso, serio. Le faltó entrega en el saludo y peleó sin repucharse en el caballo. Escarbó antes de ir por segunda vez al jaco y punteó el peto. Se dolió en el primer par que es el equivalente al punteo que tuvo en varas. Repitió con nobleza en los primeros compases de la faena, aunque tuvo fondo, le faltó un punto de entrega por el derecho y no humilló por el zurdo, además de tampoco entregarse. Se desengañó y se puso reservón. El quinto era cinqueño, serio, afeado por ser muy abierto de pitones y enmorrillado. Se fue buscando toriles después del primer encuentro con el capote y de flojear de manos. Empujó con fijeza en la primera vara y en la segunda fue aplaudido al arrancarse de largo. Hizo un buen tercio. Esperó en banderillas. Principio con casta, repitiendo con viveza a la muleta de Alberto Aguilar por el lado derecho. Suspendió a Alberto Aguilar en el aire prendido de la pala de un pitón. De forma repentina, tras el suceso, se rajó al inicio por el zurdo. De estar embistiendo con supuesta casta se quedó vacío y no embistió más. Murió también con la boca cerrada. Cerró plaza Camarito. Grande y bien presentado, más próximo por morfología a la sangre Domecq. Ojalado. Curiosamente todos empinaron el rabón en varas. Cumplió en esta suerte y le arrearon bien. También cumplió en banderillas aunque le costó salir para afuera. Desclasado y descompuesto llegó a la muleta. Tardeó y fue a menos. Fue el más deslucido de la tarde. El inicio de la semana torista ha sido ilusionante, la corrida de hoy ha despertado esperanzas dormidas en los aficionados: La suerte de varas... nuestro de deseo es que sigamos en esta línea durante el San Isidro que resta, y, a ser posible que se cumpla la eterna petición: Que se le devuelva la casta al toro bravo. |
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