La Ficha del Festejo.

Nada destacable sucedió en la última novillada del ciclo ferial, aunque el salmantino Alejandro Marcos diese una vuelta al anillo en el primer novillo aunque por su cuenta y riesgo de tan desabrido festejo, y con éste llevamos nada menos que diecisiete que se dice pronto.

¿Que qué pasó?. -Muy sencillo- que los utreros de La Ventana del Puerto no fueron aptos para la lidia, pese a ello, el primero fue aplaudido en el arrastre y el tercero ovacionado sin motivo alguno. Los tres chicos de la terna pusieron voluntad, pero ninguno consiguió llegar hasta los tendidos, por esa voluntad y hasta decisión fueron despedidos cariñosamente al término del festejo menor.

De los pupilos de los hermanos Fraile (los del convento los llamo yo), de escasa presentación y juego, más escasos de peso ya que la media en la balanza fue 510 kilos, siendo el más entrado en carnes, el quinto que tuvo 533 kilos. Una vez más insisto y ya he perdido la cuenta de las veces que lo pongo en estas líneas, son utreros con muchas carnes sobre sus lomos aunque sean para Madrid.

El cartel de esta última novillada de Feria, sí que tenía su atractivo. Abría plaza el novillero de Fuente de San Esteban Alejandro Marcos, ya conocido por estos lares y con cierta famita de bueno, el segundo espada era el limeño Joaquín Galdós una de las promesas del escalafón inferior y que dentro muy poco tomará la borla de Matador de Toros, en el país vecino y repetía por sustitución de Luis David Adame corneado en la novillada anterior, el colombiano Juan de Castilla en que ese mismo día tuvo que pechar con cuatro utreros, dejando una magnífica impresión, dio una vuelta al ruedo y cortó una oreja de mucho mérito; pese a todo eso, la plaza registró una magnífica entrada, como bien se apunta en la Ficha.

Los tres últimos novilleros en hacer el paseíllo en la feria

Largo ha sido el preámbulo, pero no queda otra, ya que hablar o en este caso escribir de lo acontecido en el ruedo de Las Ventas, se me antoja que muy poco, por la actuación pobre de los tres chaveas.

Alejando Marcos, se dio el gusto de brindar al respetable la lidia y muerte de su primer oponente, no estuvo mal con los doblones de inicio, luego siguió con redondos diestros sacando alguno que otro pase bueno y escuchó aplausos, por el otro pitón no se confió en ningún momento sufriendo un par de achuchones. Tras tomar la toledana y al prepararlo para la muerte el utrero lo vio y se lo echó a los lomos, advirtiéndole que ya lo tenía calado, pero valientemente entró a matar dejando una estocada entera pero contraria que hizo efecto. Hubo palmas y una ligera petición. Tras saludar y por su cuenta dio la vuelta al anillo. En el cuarto no nos dijo nada en su labor muleteril no llegando a las gradas; eso sí tomo la decisión acertada de quitárselo de encima, pero desafortunadamente no le fue bien con los aceros.  Silencio para el salmantino.

Terrible caída

Joaquín Galdós recibió al segundo por verónicas estéticas, ya con la franela y tras el brindis a su compatriota muerto en su tierra natal, los pases tanto por la derecha como por la zurda apenas llegaron al tendido por falta de transmisión, algunas palmas hubieron, todo hay que decirlo. Eso sí a la hora de matar se volcó sobre el morrillo dejando una estocada entera un pelín desprendida que hizo pupa. Silencio. Rajado fue utrero segundo, quinto de la tarde, al que le recetó unas cuantas verónicas pero sin mayor mérito. Dadas las condiciones del animalito lo primero que hizo con el trapo rojo, fue tratar de sujetarlo, luego intentó torearlo, pero el animalito rodó por los suelos nada más empezar su quehacer, el limeño insistió e insistió, pero pese a su voluntad no fue posible remontar faena. Matando al utrero de un bajonazo, provocando vómito sanguíneo. No fue su tarde hoy en los madriles.

De inicio pintaba bien para el peruano

Tampoco fue la tarde para el colombiano Juan de Castilla y eso que el novillo primero de su lote apenas embistió con cierta nobleza y el colombiano supo aprovechar esas pocas embestidas y fue ovacionado y poco a poco la faena fue tomando ciertos vuelos, labor que fue emborronada con los aceros, en el primer embroque apenas un cuarto de espada y en el segundo si metió la espada hasta las cintas pero muy desprendida. Silencio tras el arrastre del novillo. Al que cerraba plaza, inició quehacer con pases por alto de buen trazo, los derechazos tuvieron son y las palmas sonaron en los tendidos, logró ejecutar dos naturales de buen corte, creo sinceramente que el colombiano bien puede funcionar pero con otro tipo de novillos. Quizás alargó la faena con esas bernadinas que algunos presentes le protestaron. Esa mediana labor tuvo como colofón el mal uso de los aceros, teniendo que intervenir el puntillero. Otro silencio para el colombiche.

Algunos muletazos sueltos, pero sin redondear

Con los garapullos algo vimos, como fueron los pares de Raúl Adrada y José A. Maqueda de la cuadrilla de Galdós, también fueron palmeados Manuel Macías y M. Ángel Sánchez de las filas de Juan de Castilla. Otro que escuchó aplausos camino del patio de cuadrillas fue picador Oscar Bernal al picar el primero de la tarde.

Y este fue el resultado del último festejo menor del ciclo isidril. Para mañana un cartel muy interesante, fácil es que se agote el papel.

*Fotos: Muriel Feiner.