|
La Ficha del Festejo.
Casi lleno en los tendidos en el festejo número 16 del abono, era domingo y por ello estuvieron no solo los abonados, sino también los isidros domingueros; el cartel de hoy tenía cierto atractivo, aparecía Manuel Jesús “El Cid”, al igual que Fortes y de nuevo el murciano Paco Ureña, los toros de “Las Ramblas”, que no es de esas de campanillas pero que tiene cierto prestigio en Madrid.
La tarde no pintaba bien y si no aparece en la arena el lorquino Ureña, el festejo pudo ser uno de tantos tal como va la feria. El Cid ya no es lo que era, un torero mimado por la afición madrileña, especialmente por el tendido 7, hoy prácticamente ha pasado de puntillas y yo diría que hasta desapercibido, su quehacer fue totalmente silenciado. Fortes que nada más deshacerse el paseíllo recibió una clamorosa ovación, como siempre ha sido cuando un torero reaparece en una plaza como Madrid tras una grave cornada en el año anterior.
Poco podemos contar de la actuación de Manuel Jesús “El Cid”, ya que los toros que le tocaron en suerte, no fueron los que el torero hubiese deseado. Su primero se las traía, durante sus embestidas hizo cosas muy feas y finalmente se tornó gazapón: con esa mano izquierda que es la suya solo nos regaló un excelente natural y nada más, mató al manso de una estocada entera pero desprendida. Mansito fue el cuarto al que le costaba un mundo embestir. Con los trebejos nada le vimos y los aficionados empezaron a protestar. No manejó mal la tizona, pero la estocada entera cayó desprendida alguien a mi lado dijo que baja, pero sea como sea el animal dobló y pronto.
Algún natural dibujó el de Salteras Al malagueño Fortes también le tocaron dos toros mansurrones, tanto su primero que fue devuelto como el sustituto. Como agradecimiento a la fortísima ovación tras romperse el paseíllo brindó al Público. Pero el malagueño se topó con un mansurrón como fue el tercero; iniciando faena por estatuarios sin moverse, ya en el platillo tres derechazos buenos rematando con el forzado, a más fue la faena, siendo ovacionado, poco más había que hacer con el morlaco. Cogió el estoque, se enfrontilo y dejó una entera algo desprendida, doblando el burel. Otro manso y frenado fue el que cerró la corrida, al que se le pegó fuerte en varas. Dadas las características del burel se dobló para hacerse con él, pero el animal siempre lo midió y miraba, las palmas surgieron tras el sustito y por el esfuerzo que hizo el malagueño tratando de cumplir, macheteó por la cara preparándolo para la muerte, dejando una media estocada delanterilla y tendida, más un golpe certero con el de cruceta.
El malagueño intentó por todos los caminos Alguna razón tiene el que haya dejado para el final al segundo espada de la terna que fue el torero que hoy nos salvó la tarde y que poquito le faltó para verse aupado en hombros saliendo por la puerta grande. Ya en su primero pudo cortar una oreja, ya que la faena tuvo signos de gran toreo, también es verdad que le tocaron los dos menos malos del encierro. Pero para mí fueron dos faenas con mucha pero mucha verdad, ya en el saludo capotero a su primero lo lanceó con el percal magníficamente por verónicas que el público ovacionó a Paco Ureña y las ovaciones continuaron al torear con la muleta estupendamente por ambos pitones, bajando la mano tanto en los redondos como en los naturales, tras cada remate de tanda las ovaciones fueron a más; el triunfo estaba cantado. Se enfrontiló con la espada, dejando una estocada casi entera y arriba del morrillo se tiró con gran verdad a tal punto que en el embroque fue aparatosamente cogido afortunadamente sin mayores consecuencias, al no surtir efecto la estocada tuvo que utilizar el descabello y en ese quehacer se le fue de las manos el trofeo. Pero los aficionados muy conscientes ovacionaron al murciano; tras el arrastre, tuvo que visitar la enfermería ya que se resintió de alguna forma de la reciente cornada sufrida en Francia.
Así iniciaba la tarde el murciano Tan claro lo tenía Ureña que se fue a la puerta de los sustos a recibir al quinto pero el farol de rodillas salió poco limpio; continuó por verónicas tan bien ejecutadas que la ovación estalló en los tendidos. Ya con la muleta en ristre, se entretuvo en regalarnos pases por los dos pitones con unas maneras poco vistas en estos últimos tiempos, bajando las manos y rematándolos siempre detrás de la cadera, quedando siempre colocado, lentos fueron los derechazos y más lentos los naturales, que remates de pecho y forzados, pero en un momento dado le perdió la cara al animal y voló por los aires, tras el incidente una nueva ovación de toda la plaza, pese a sus mermadas facultades la faena tomo altos vuelos. Fue una pena y un gran disgusto que con la espada y en el primer envite pinchara, a la segunda entrada dejó un espadazo del que el burel salió sin puntilla. La plaza se puso blanca como si hubiera nevado y en pleno mes de mayo. La oreja a manos de Paco Ureña, que hoy ha dado una lección de buen torero. Con el trofeo en la mano dio una lenta vuelta al anillo debido a sus condiciones físicas. Qué bonito y rebonito es ver torear así; todos los buenos aficionados salimos toreando al aire.
Estupendos los trazos De las cuadrillas se puede destacar los pares de Curro Robles a las órdenes de “El Cid” y a Martín Blanco de las filas de Fortes.
Y colorín colorado este muy bonito cuento ha terminado.
*Fotos: Muriel Feiner.
|
|