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Si la semana pasada en uno de mis artículos, trate la gran tarde que nos brindó el murciano Paco Ureña, realizando el toreo de verdad y estando muy por encima de sus animales. Lo de hoy, os va a costar creerme, pero ha crecido en intensidad y ya se puede decir que definitivamente ha entrado en la afición de Madrid, esperemos que esta sea duradera y no se quede en algo esporádico.
Al principio de semana todos estábamos inquietos y nos preguntamos, ¿podríamos ver a Paco Ureña, hoy domingo en Madrid? Y es que sufrió una dura cornada interna, en el muslo derecho, un toro de Victorino Martín en la plaza francesa de Vic Fezensac. A pesar de triunfar en su primera tarde en Madrid, no se arrugó y decidió hacer el paseíllo a toda costa. Decidió posponer su operación a mañana lunes. Esto lo agradeció la afición, en una atronadora ovación, al romperse el paseíllo y haciéndole salir al tercio.
Saludó en su primero maltrecho, de ahí que no diera la vuelta al ruedo Hoy en lugar de aliviarse, al ya tener metida en el bolsillo a la afición de Madrid, cosa que hubiera hecho cualquiera con el lote que le tocó en suerte. Pero el decidió volver a salir a jugarse la vida, exponiendo muchísimo y cruzándose por completo “para que luego digan que no se pueden cruzar los toros”. En su primer se tiró con muchísimas ganas a matar, lástima que el acero cayera un pelín desprendido. En su segundo después de un pinchazo, le dejó una buena estocada. En el quinto se le premió con una oreja, por la entrega de toda la tarde, en su primero se llevó una atronadora ovación en el tercio y pudo dar la vuelta al ruedo sin problema alguno.
Hoy salimos todos de la plaza verdaderamente emocionados, porque vimos a un torero que realmente salió a jugarse la vida. Hubo muchísima emoción y entrega por parte del que se viste de luces. Ya llegó en su primera actuación isidril, cosa que hizo que la gente respondiera y se registrara una maravillosa entrada. Ojalá salieran así muchos más toreros, mejor iría al futuro de la fiesta de los toros.
Solo espero una cosa, que ahora que ha llegado a ganarse por completo a la afición venteña y tener el pleno reconocimiento, no se alivie y comience a buscar excusas para dar la cara.
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