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Una vez oí como el maestro Lalanda, el más grande, agradecía a los antitaurinos su labor en pro de la mejora de la Fiesta de los Toros y desde ese momento, siempre he tenido hacía ellos un sincero sentimiento de solidaridad y de comprensión hacia sus mensajes. La verdad es que echaba yo de menos la manifestación de todos los años a la puerta de la plaza de Madrid. Qué buenos momentos se han vivido durante estas concentraciones. Unos que venían preparados a conciencia, con sus cadenas, sus tintes rojos, las caras de indignados como si las tuvieran ensayadas durante meses y meses, los carteles de la cultura, la tortura y todo eso, el tabaco de liar, algunos hasta desnudaban partes de su cuerpo, los viejecitos agitando sus bolsas de plástico con la almohadilla, los prismáticos y los programas de mano de días anteriores dentro y gritándoles cosas feas, para responder a las otras cosas feas de los antis. Que yo no sé si antes protestaban contra las corridas de toros o en contra de no tener una entrada para el festejo.
Multitudinaria "manifa" anti Y en este 22 de mayo se ha convocado la “manifa” anti 2016. Y para allá que me he ido a todo correr, que yo quería verlo y fijarme a ver si conocía a alguien, a uno de esos famosos del Sálvame, la Isla de los famosos o programas de ese tipo, culturales, por supuesto, y que me firmaran en la camiseta. Pero no se imaginan que decepción tan grande; he debido llegar tarde, muy tarde, porque allí, en la puerta Grande ya no quedaban ni quince de los manifestantes antitaurinos. ¡Qué contrariedad! Solo quedaban esa docena y pico de luchadores por el toro y la policía. ¿Que es que no había más? No es posible ¿Que no llegaban ni a las dos docenas de revolucionarios por la naturaleza? No me lo puedo creer. Me están tomando el pelo. Pero es que va a ser que no eligieron bien ni el día, ni la hora. Si citan al personal un día de figuras, con los Cuvillos y una vez acabada la corrida, lo petan. Hasta tendrían que cortar la calle de Alcalá del gentío que iba a haber, pero así...
Será por esta decepción que El Cid estaba desganado, aburrido, sin inspiración y sin ideas. Que Paco Ureña pareciera haberse afiliado a Taurinos 2.0, tal y como trapaceaba a sus toros, eso sí, muy jaleado por el personal, sin tomarle en cuenta eso de la muleta torcida, el desentenderse de la lidia y las estocadas caídas, aunque la ejecución de la que finiquitó a su primer bien que merecía el entusiasmo general. Igual el respetable también esperaba algo más que trapazos desganados de Fortes, antes Jiménez Fortes, muy descolocado y desangelado toda la tarde. Y esos toros casi anovillados, pero regordetes de Las Ramblas, que seguían las muletas en modo mascota juguetona. Otra tarde en la que nada parecía lo que era, ni tan siquiera la manifestación parecía tal cosa, pero como le contaba un viejecito a otro que se iba desconsolado por no haber podido tan siquiera amenazar blandiendo su almohadilla: Te juro que había “manifa”.
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