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Ficha del Festejo
Largo e interminable se nos hizo la décimo tercer festejo isidril, primero la devolución de dos de los toros titulares y luego han cogido la manía de alargar las faenas sin ton ni son, incluso hoy el maestro Ponce lo hizo en el segundo de su lote que no valía un pimiento, otro tanto de lo mismo hizo Daniel Luque no teniendo ningún motivo para ello.
Hoy confirmaba alternativa el valenciano Román, fungiendo de padrino nada menos que el maestro Enrique Ponce, atestiguando, el doctorado el sevillano Daniel Luque, con toros de El Puerto de San Lorenzo, ganadería señera de antaño.
El maestro Ponce, magistral en el primero de su lote, Luque más frio que el hielo seco y el toricantano Román Collado “Román” en los carteles, a puntito estuvo de cortar un apéndice, que perdió porque los aceros le jugaron una mala pasada.
Hace ya algún tiempo que a este juntaletras los toros del convento de los hermanos Fraile, sean del hierro que sean ya que tienen más de uno y pese a su procedencia Lisardo – Atanasio, no les tiene confianza alguna, hoy dos de ellos devueltos a los corrales por su escasísima fuerza, los sobreros eran de los mismos propietarios y procedencia, de los ocho toros que saltaron al ruedo; el segundo del festejo ovacionado al arrastre, el sexto escuchó palmas cuando las mulillas se lo llevaron, los otros no cuentan, el peso medio del encierro fue de 578 kilos, el mejor toro indudablemente fue el segundo, un toro que pesó nada menos que 618 kilitos que dada su caja no los aparentaba. Eso si bien presentados, con aparatosos pitones, pero sin sustancia alguna.
Ponce en su primera faena Una vez más el maestro Ponce estuvo magistral en el primero de su lote, segundo de la corrida, al que lo saludó con ramillete de cuatro verónicas rematadas con una media y qué media, empujó en el peto derribando al jamelgo aparatosamente en el primer envite, Ponce con esa cabeza que siempre le funciona hizo que el segundo puyazo lo recibiera en la puerta de cuadrillas acortando tiempos. Tras la devolución de trastos, se dirigió hasta la localidad que una vez más ocupaba el Rey Emérito D. Juan Carlos y le brindó la lidia y muerte de este buen toro; poderoso fue el principio de faena, que el público reaccionó dándole una sonora ovación, en los terrenos del seis ejecutó cuatro derechazos marca de la casa rematando con un forzado de pecho de antología, una segunda ovación, Eolo sopló con más fuerza, pero al valenciano eso no le importó cuando toreaba por naturales y ahí va otro forzado, cambio de mano y los olés acompañaron en cada redondo, sumó dos poncinas con que puso de acuerdo a todos, su labor estaba hecha y la oreja estaba ya en sus manos, pero con lo certero que es con los aceros, esta vez no acertó incluso tuvo que utilizar el verduguillo en dos ocasiones. Dada la labor del de Chivas el público le obligó a saludar desde fuera de las rayas. En el cuarto tris fue aplaudido en el saludo con el percal, pero ya con la sarga, todo fue casi imposible ya que el bichejo rehuía descaradamente la muleta y cosa rara el maestro insistió e insistió, pero todo era inútil, alargando sin venir a cuento su quehacer. Le tocó con sabiduría los costados. Entró a matar y dejó una estocada de las suyas, aunque tardó en caer el animalejo, sonando un recado; recibió fuertes palmas, teniendo que saludar desde las rayas.
Daniel Luque a la verónica El toro tercero era para el torero de Gerena Daniel Luque, que también brindó al Rey Emérito; se fue a los medios para iniciar labor pero ninguno de los pases tuvieron mérito alguno, estuvo demasiado frío en su quehacer y pronto cogió la espada, pinchando en hueso en el primer envite, luego con mucha habilidad metió la mano, matando al toro de estocada entera que bien la acusó en animal. Silencio en los tendidos. Algo parecido sucedió en el quinto, destacando el saludo capotero por verónicas y una media estupenda, pero trallazos fueron los primeros muletazos, luego repitió receta estando demasiado frio y sin mandar dados los medios pases que ejecutó como ahora es el nuevo toreo, por ello hubo algunas protestas, a por la espada verdadera. Se perfila, pincha y la franela por los aires, luego dejó una estocada entera caída que hizo pupa; para mí lo único que me gustó fue ese pase del desdén al rematar una tanda de naturales. Silencio para el diestro sevillano.
Román en una larga de rodillas para rematar un quite He dejado para el final la actuación del toricantano porque tiene miga. El toro de su confirmación, tenía poca presencia, poca fuerza, claudicando ante el del castoreño, al Rey Emérito fue el brindis. Se fue ante el tendido 5 le enjaretó un cambiado y allí quedó todo, ya que el pobre animal perdió las pezuñas delanteras, inutilizándose totalmente. Había que despenarlo si o sí. Se volcó el chaval sobre el morrillo dejando una estocada entera, más un certero descabello. Palmas de agradecimiento por su prontitud. La mascletá llegó en el sexto y eso que el cuatreño iba siempre a su bola, pero el valenciano algo atisbó y por esa intuición se fue a los medios para brindar al respetable. Buen comienzo tuvo la faena con la mano diestra, escuchamos una ovación y otra más al torear por la zocata pero el cuatreño por ese pitón protestó, estuvo en torero llegando a los tendidos, antes de despacharlo, dos pases circulares por la espalda de 360º que las palmas surgieron espontáneas. Pero todo lo hecho quedó emborronado con las espadas y el gozo del chaval quedó en un pozo, de todas maneras no faltaron las palmas de un público entregado.
De los de plata y azabache: Saludaron desmonterados Raúl Martín y “El Sirio” de la cuadrilla de Román y escucharon palmas Raúl Caricol y “El Algabeño” de las filas de Luque.
No fue una corrida de las buenas, pero tampoco tuvimos tiempo de aburrirnos.
Y para mañana otro día de no hay billetes. Toros de Alcurrucén para “El Juli”, Sebastián Castella y la confirmación de José Garrido.
Fotos: Muriel Feiner
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