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Tanto los pupilos de Flor de Jara, como los de San Martín han aburrido de lo lindo. Su falta de casta generalizada ha sido desesperante, unos y otros nos han hecho sentir que la tarde no se acabaría nunca. Buenas hechuras y presencia mostró Callejito, de Flor de Jara, que fue a parar a las manos de Robleño. Un toro bien puesto de pitones, que no se empleó en el saludo, pero embistió noble. Peleón en la primera vara, enrabietado; hizo una floja pelea en conjunto. Un punto más alegre en banderillas. Insípido en el tramo final. Muy descastado, faltó de viaje y entrega. Sin una gota de bravura. Muy justo de trapío fue el segundo de la tarde, poco ofensivo por apretado de cara. Repitió en el capote de Delgado sin demasiado entusiasmo e hizo una discreta pelea en varas, además de ser cuidado. En banderillas se vino arriba y embistió con cierta alegría. Le faltó entrega en la muleta, con un par de tandas diestras se justificó, además de mostrar cierta sosería como su hermano anterior. Fandaguero mostró cara anovillada El tercero de la tarde de nombre Fandanguero, aunque cuajado, era pobre de cara, resultaba anovillado. Repitió con cierta insipidez que era la norma de la tarde. Se empleó en el primer puyazo, aunque embistió con la cara arriba, y, en el segundo, se arrancó de largo sin recargar en la suerte, además echó la cara arriba también en banderillas. Se arrancó desde la distancia larga pero le faltó celo en la suerte en el último tercio. Noble a la vez que soso, le faltó casta y aburrió en la muleta de Silveti.
Cantinero hacía cuarto. Sólo el hocico de rata delataba su encaste, de hechuras más ibarreñas, amplio y tocado de pitones, el único de la tarde de pelo negro, el resto fueron cárdenos. De menos cuajo pero más seriedad que sus hermanos por tener dos astas bien desarrolladas. Le cuidaron en varas, que también ha sido norma en la tarde. Esperó y arreó en banderillas. Repitió con mucha sosería por el lado derecho y le faltó viaje por el izquierdo. Para rematar la faena -nunca mejor dicho- desclasó sus embestidas finales. Creíamos que el cambio de hierro podía cambiar el signo de la tarde… No fue así. Cigarrón hacía quinto -dicen que no los hay malos, éste no lo fue, pero tampoco bueno- y su lidia ha correspondido a Miguel Ángel Delgado. De bonita lámina, careto, calcetero y gargantillo y de aceptable presencia. Los de San Martín han estado mejor presentados que los de Flor de Jara. Empujó arriba en la primera entrada y soseó en la segunda. Fue reservón a la espera en banderillas. Cansó, con embestidas pastueñas pero dormidas, en la muleta. Cerró plaza un toro serio, de buena presencia, lucero, girón que respondía a Pirata. Que buscó tablas muy pronto, antes de terminar el saludo Silveti. Parao y escarbando salió del caballo. Manseó en banderillas buscando de nuevo tablas. Aunque, con sosería, embistió por abajo, sobre todo por el lado derecho, en la muleta. De manso descastado -como el resto- podemos valorar su comportamiento; y que dio algo de juego para cerrar la tarde. Éste pudo ser el tuerto en el país… ya saben. Decepcionante corrida la de hoy en Las Ventas, seis mansos seis; un pleno que acaba con la paciencia de los aficionados, y, que tardes como estas, de repetirse, acabarían con la fiesta de los toros.
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