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Paco Ureña se ha llevado el mejor toro, y el más incierto de la tarde en su lote… Ojibello, negro listón, lucía dos velas feas de grandes, desproporcionadas que le afeaban. Desde la salida mostró una embestida humillada y romaneó en el caballo aunque empujara con un solo pitón: el izquierdo. Su alegría en banderillas presagiaba que podía cumplir en la muleta… Y cumplió. Además de repetir noble por ambos pitones, se arrancó de largo con frescura a cada cite. Un buen toro para cerrar la tarde. 'Ojibello' en la muleta de Paco Ureña Antes Ureña se las había visto con Marisquero, un toro negro, bajo de trapío y feo de hechuras: cuesta arriba y engallado. Empujó con bravura y se durmió en el caballo. En la muleta le faltó casta y entrega; cabeceó y fue muy deslucido. Por el lado izquierdo aportó la emoción que crea la incertidumbre. A Escribano no le han salido las cuentas en Madrid, su lote, aunque noble, ha sido muy soso… A Plomazo respondía su primero, un cinqueño, serio, de gran arboladura. Saludó sin humillar y tuvo un feo comportamiento en varas, empujando arriba y punteando el peto. Fue muy repetidor por ambos pitones, tan noble como soso, sin decir nada… Un plomazo. Al cuarto, Mollinero de reseña, le sobraban unos cuantos kilos para su caja. Era estrecho de sienes, de escaso trapío. Recibió dos picotazos haciendo sonar el estribo después de haber respondido al capote de Escribano. Noble llegó al último tercio, como una malva. Perdió las manos en varias ocasiones para deslucir, su insulso comportamiento, aún más. Iván Fandiño se ha llevado un lote: deslucido uno y otro áspero… Orejuelo, que fue su primero, lucía capa negra, estaba armado en delantero y era abierto de cuerna, por lo que le restaba trapío. Ya en el capote dijo nones. Llevó la cara alta en banderillas y había empujado arriba en el caballo… todo apuntaba a lo que fue; un manso deslucido con muy pocos argumentos, que cansó a todo el mundo menos a Fandiño. Al quinto, segundo del lote de Iván Fandiño y que pertenecía al hierro de Torrealta, le bautizaron como Gladiador. Lució una bonita lámina carbonera, afeada por rabón y una amplia arboladura acapachada. Ya de salida mostró su arisco comportamiento y, aunque tuvo una laguna central en la que pareció tener un comportamiento aceptable, terminó violento tirando gañafones por doquier, descolocando a su matador. Foto: Las-Ventas.com |
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