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Ante casi tres cuartos de entrada en la Monumental de Aguascalientese se llevó a cabo la 4ª corrida de feria. Se lidiaron siete ejemplares de Teófilo Gómez -uno de regalo-, mal presetados, anovillados, siendo los peores 4º y 7º; muy descastados y débiles en líneas generales.
Eulalio López Zotoluco: al tercio y una oreja
Morante de la Puebla: división de opiniones en su lote y una oreja en el de regalo
Diego Silveti: división de opiniones en su lote.
 Foto: Prensa Zotoluco / Diego Silveti - Joaquín Arjona Terminada la novillada en la San Marcos apenas y nos dio tiempo de picar algo en el camino para enseguida entrar a la Monumental; con tanto sol adentro, diría Alfonso Reyes, pusimos todos los sentidos para vivir la despedida de Eulalio López Zotoluco.
No es que se esperara mucho de Teófilo Gómez, el problema es que esos animales le dan al traste a la fiesta, y más que esos, ellos, quienes los compran, los que los piden para torear. Al final del día ha sido una despedida muy en el tipo de Zotoluco, sobre todo con el abreplaza, un ejemplar al que entendió, le dio su aire y a paso lento le sacó pases. Luego las golondrinas y la Pelea de gallos aderezaron su último toro en Aguascalientes, otro pequeño débil al que le cortó una oreja. Así dijo adiós, con toritos y ante sus seguidores de feria tras feria.
Morante de la Puebla no pudo hacer nada con la debilidad de su lote, que fue la misma de los otros que salieron por toriles, lo bueno y con lo que se ha quedado el público esta tarde fue con el de regalo, una faena que empezó por detalles y que a poco fue logrando mejores derechazos; no fue una labor de pases hilvanados porque el toro no lo permitía, el español se arrebató y estuvo frente al teofilito para sacarle todos los muletazos posibles con el temple, con el sello tan personalísimo. Mató con entera ligeramente caída para recibir una oreja.
Diego Silveti también estuvo muy en su estilo, sin dar un palo al agua, lo único el buen estoconazo al sexto de la tarde.
Luego de quince novillos terminó una jornada muy pesada, tal parece que la fiesta y nuestra plaza aun soportan la debilidad y la sosería. ¡Aguas que bien resistes los teofilitos! Si de toriles salen, si de toriles salen… intentaré no dormirme.
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