Con menos de tres cuartos de entrada en la Plaza de Toros de Tomelloso se han lidiado siete toros de Virgen María, desiguales de presencia y juego, aunque manejables en líneas generales.

El rejoneador Juan Manuel Munera, dos orejas

Curro Díaz, oreja y dos orejas

Morenito de Aranda, oreja y dos orejas

Francisco José Espada, silencio tras aviso y silencio.

Salida a hombros de los triunfadores

Cuarta edición de la Corrida a beneficio de Caritas que un año más ha resultado todo un éxito de público, la afición de Tomelloso, tanto en feria como fuera de ella, responde. Una lástima que este cambiante mes de abril nos jugara una mala pasada. Esa nubosidad que presagiaba agua descargó con fuerza produciendo una estampida del público, músicos incluidos. Los tendidos se despoblaron y el piso de plaza quedó por momentos impracticables, pero al final el festejo pudo celebrarse entre chubasqueros y paraguas.

Dejando a un lado lo climatológico pasamos a lo artístico que se produjo en esta corrida mixta.

Munera se lució en banderillas

Abrió cartel Juan Manuel Munera, un rejoneador de Villarrobledo que se encuentra en un momento excelente. Así quedó demostrado tanto en su labor, como con la de su cuadra. Destacó a lomos de Panamá y Poveda con una buena conjunción entre caballos y rejoneador ambos lo hicieron todo en torero, arriesgando mucho y pisando terrenos comprometidos. Un rejón de muerte efectivo le llevó a Juan Manuel Munera las dos primeras orejas de la tarde.

Curro Díaz escondió la mansedumbre del segundo, un toro de feas hechuras pero al que consiguió hilvanarle con clase series con clase. Fue con cadencia, con despaciosidad y con ritmo con el que terminó metiendo al público en la faena cortando una oreja.

Curro Díaz gustándose con la izquierda

Con su segundo comenzó la lluvia, la incertidumbre y desconcierto que creó el agua no afectó al de Linares. Curro volvió a imprimir su carácter y su toreo tan personal. No hubo música, no hizo falta, los vuelos de su muleta marcaron los acordes y sones. Dos orejas fueron su premio tras estocada casi entera y descabello.

Morenito de Aranda estuvo firme y entregado, manejando con autoridad las telas y sujetando la huidiza embestida del astado. Los momentos en los que pudo recoger su acometida hubo momentos brillantes. Paseó oreja tras pinchazo y estocada contraria.

Bien manejó la muleta Morenito con la izquierda

El sexto de la tarde, que no último, fue el mejor toro de la tarde. Un ejemplar con presencia, con cuajo y con un buen pitón izquierdo que el de Aranda supo aprovechar a la perfección. Mayoritariamente la faena se basó en el toreo al natural, con profundidad, relajo y temple del bueno. Dos orejas cortó tras estocada casi entera desprendida.

Un desplante torero de Francisco José Espada

Cerraba cartel, Francisco José Espada que no tuvo fortuna y se fue de vacío. Tuvo el peor lote, su primero descastado y soso y el segundo con peligro. Lo más destacado fue como no se dejó amedrentar con el último de la tarde un toro de una presencia impecable que fue el más complicado planteándole muchas dificultades, el torero no se vino abajo aunque la tarde se le puso muy cuesta arriba. Lo que si fue para olvidar fue el uso de la espada y verduguillo.

Fotos: Teresa Torres