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Con un cuarto de entrada se han lidiado novillos de Guadaira, de juego desigual, 2º 4º aplaudidos al arrastre. Manolo Vanegas, saludos tras aviso y vuelta tras aviso Amor Rodríguez, silencio tras aviso y silencio tras dos avisos Curro Durán, silencio tras dos avisos y silencio tras aviso.  Manolo Vanegas paseó el anillo. Foto: las-ventas Tercera novillada del mes de abril, con un cielo límpido, luciendo Lorenzo y con una temperatura más que agradable tuvo lugar el festejo en que acudió más de un millar de orientales que aguantó hasta el final sin abandonar sus localidades.
Fue una novillada con ciertos destellos, tanto por parte de los jóvenes alternantes como por parte de los novillos lidiados, dos de ellos dieron la talla como fueron los utreros lidiados en segundo lugar y el cuarto que escucharon palmas cuando el tiro de mulillas se los llevaron camino del desolladero, los otros cuatro fueron silenciados tras el arrastre. De los tres jóvenes encartelados, destacó el venezolano Manolo Vanegas que consiguió dar una vuelta al anillo en el cuarto, tras una ligera petición de trofeo, los otros dos alternantes, el madrileño Amor Rodríguez y el de Utrera (Sevilla) Curro Durán, se silenció su quehacer, aquí podría terminar la crónica, ya que poco más dio de sí éste festejo menor, pero al toro en éste caso novillos hay que agarrarlo por los cuernos, así que vamos a ello.
Poco más o menos hay que decir el torero americano Vanegas ya que ante su primero, un novillo bien presentado y con mucha cara, que sus embestidas fueron más bien broncas y que se dolió en el segundo tercio, repuchándose ante el jamelgo y que pocas ocasiones dio al venezolano para el triunfo, que bien estuvo con el percal de saludo y aun mejor en el quite, pero que con la sarga estuvo regulín regulán, quizás algo mejor en la tercera tanda por el pitón diestro, siendo achuchado descomponiendo la taleguilla, por el otro pitón no nos dijo absolutamente nada, a intentar por manoletinas fue prendido feamente afortunadamente si consecuencia alguna; mató de una estocada entera algo desprendidilla que fue más que suficiente. Tras el arrastre, saludó desde rayas. Mejor estuvo en su segundo que para su desventura duró poco, ya que se empleó demasiado ante los de a caballo derribando en uno de los puyazos, pero el de Venezuela, estuvo francamente más que bien y su labor fue de menos a más especialmente al torear en redondo con la diestra y aguantó los parones del utrero con la zurda, tras el desplante en la cara fue fuertemente ovacionado; eso sí supo meterle la mano con el estoque, dejando un espadazo arriba, eso le valió una ligera petición de trofeo que terminó con una vuelta al ruedo.
El segundo alternante era el madrileño Amor Rodríguez, que pechó con un mansito como fue el primero de su lote que se repucho en el tercio de varas. Antes de iniciar faena con la franela, brindó al cielo, iniciando labor por alto sin perder la compostura y siempre alargó el varazo en cada muletazo, con la zurda mejoró muchísimo especialmente en la segunda tanda, sabe manejar las muñecas con cierta soltura, quizás que si no se llega atragantar con el estoque de cruceta la cosas hubiese tenido otro final. Un torito era el quinto con 518 kilos, cuajado que siempre embistió con la cara mirando a las nubes, pero en alguna ocasión logró muletazos de buen corte, pero fue a menos; mató de pinchazo y una estocada habilidosa. Silencio.
Hoy hacia su primer paseíllo en el coso capitalino el novillero nacido en Utrera (Sevilla) Curro Durán hijo del matador del mismo nombre que haya por los años ochenta logró abrir la Puerta Grande de la capital de España. Poca suerte tuvo el joven en el sorteo mañanero, sorteando el lote menos lucido del festejo, pero sí que logró ligar con la diestra al inicio de faena, demostró que tiene las idea claras, su labor tuvo cierto mérito, más aun cuando toreó por bernadinas pasándose al utrero por la faja, como ahora han cogido la manera de entrar a matar con la escopeta cargada, es decir con la espada por delante al estilo del Juli, la cosa no les suele funcionar bien, así que pinchó de primeras, dejando luego una estocada entera en buen sitio, despachando así al utrero. Un torito guapo y con kilos era el novillo que cerró festejo, pero que siempre punteó en sus embestidas. El joven se fue a la puerta de los sustos para saludarlo a portagayola que le salió limpia, pero ahí quedó todo ya que luego con la muleta siempre toreó hacia afuera, quizás lo mejorcito fue el circular invertido, nuevamente con el alfanje pinchó en dos ocasiones, dejando al final una media estocada tendida, pero que el animal la acusó, pasando al tiro de mulillas. Tras el arrastre de este último el ruedo se llenó de claveles arrojados por ese gran número de orientales que hoy acudieron al festejo.
De los toreros de plata hoy destacaremos los pares de garapullos prendidos por Jesús Talavan de la cuadrilla de Venegas, el de Jesús Aguado a las órdenes de Amor, un tercer Jesús, este de apellido Arroyo de las filas de Durán.
Decir la verdad puede ser incómoda para muchas, pero lo mejor, es decirla.
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