|
La curiosidad mató al gato y hubo más público, del que pudiera imaginar, durante el primer concurso de recortadores en la Monumental de Aguascalientes, de tal suerte que la entrada se definió hasta el segundo toro y superó la media.
Aun con la capacidad de asombro intacta, hice un esfuerzo muy grande por mantener la atención, por ver de qué iba el concurso y agradezco que por micrófono hubiera alguien explicando tanto el procedimiento como las suertes. Después de lo visto confirmé, primero: que los recortadores son personas valientes y con una condición física extraordinariamente buena, hacen suertes delante de animales con una cornamenta que impresiona, piruetas y hasta saltos con garrocha; segundo, que no me gusta, que no me emociona ni me llena el alma, tampoco me resulta divertido ver que le jalen la cola al toro, lo monten o le pisen el lomo.
El esfuerzo se hizo, pero en todo caso aprendí más en los circos, por supuesto cuando había animales; a lo mejor es que después de tantos años de adoración al toro de lidia, no me pega la gana verlo de otra manera que no sea prendido de un capote y templado en una muleta.
Lo que si me preocupa es que a lo mejor los recortadores ganen espacio para repetir más de una vez, al final es un espectáculo que emocionó a muchos por aquello de ser a cuerpo limpio y viene de maravilla para todos los que no fueron a la escuela a aprender sobre las cadenas alimenticias y les da cosita que un toro muera en la arena, en este no hay sangre; además, permite al público y a los vendedores moverse todo el tiempo, hablar, reír, hacer porras de los estadios de futbol, chiflar, acomodarse en su lugar a la hora y en el momento que quieran y sobre todo no exige ponerse a leer mucho para darse una ligera idea sobre las bellas artes.
Como en gustos se rompen géneros, yo prefiero seguir soñando con Cobradiezmos que me ha sacado lágrimas y me ha recordado, la fiesta de la que me enamoré es brava y culta. Yo prefiero una suerte de varas porque me emociona más que un toro se arranque de largo, prefiero el toreo porque no me da la gana una vida sin naturales y trincherazos.
Dialogamos entonces terminada la primer corrida de este serial para ver cómo inicia, de momento deseo la pronta recuperación del recortador que en el último toro se golpeó el cuello al caer después de hacer un salto.
|
|