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Con algo más de
dos tercios de plaza. 6 toros de El Ventorillo, el primero de ellos
sobrero. Bien presentados, serios por delante y con cierto cuajo. De
juego por regla general bastante descastados, desrazados. Aparte dieron
varios síntomas de poca fuerzas, perdiendo en varias ocasiones las
manos. El único que resultó un poco más manejable, el primero de la
tarde, aunque justos de fuerzas.
Enrique Ponce, oreja y oreja
Iván Fandiño, oreja y ovación tras aviso
Daniel Luque, oreja y silencio tras aviso.
 Foto archivo Este año, es una temporada especial para el Coso de Las Cruces de Guadalajara, se celebra el 125 aniversario del aniversario del nacimiento de Saleri II. Para los aficionados que conozcan un poco la historia de la tauromaquia, sabrán que no se puede entender la historia de este espada, sin esta zona geográfica conocida como la Alcarria. Para conmemorar tan citada fecha, se había programado una corrida goyesca extraordinaria matinal, en la que el público respondió, poblando los tendidos en dos tercios.
La mañana no nos dejaron buenas faenas, ni labores rematadas, pero si que vimos algunos detalles sobre todo por parte del espada valenciano Enrique Ponce. También se debe comentar que la corrida de El Ventorrillo, la cual no se puede reprochar la presencia, en el juego que sacaron la mayoría de ellos dejó mucho que desear.
El festejo no tuvo un buen inicio, cuando el presidente se vio obligado a devolver al primer toro que salió al coso, por su justeza de fuerzas. El sobrero gracias a la gran técnica de Enrique Ponce, pudimos ver alguna serie digna, ya que el toro que tenía delante tampoco se prestaba para mucho. Enrique lo entendió muy bien dejándole la muleta muy a la cara, para tapar la gran mansedumbre de la res. Hubo lances aceptables, sobre todo con la mano derecha. Lo mató de un pinchazo y una estocada.
Ante el cuarto de la tarde, un animal que tuvo un poco mas de movilidad, pero al que le faltó mucha más calidad en sus embestidas. Tenía el defecto de tirar la cara muy alta al final del lance, pudo acusar el no darle un poco más en el tercio de varas. En las primeras series Ponce, estuvo consintiendo mucho al animal, no obligándole nunca en su viaje. Lo mejor llego en las dos últimas series de la faena, con la mano derecha, donde hubo lances un poco mas asentados y templados. Lo mató de un pinchazo y una estocada tendida de colocación. La oreja, se concedió tras una leve petición.
El espada vizcaíno Iván Fandiño en su primero, quiso salir agradando, con varios pases cambiados por la espalda. Luego estuvo intentándolo dominar en sus espadas, pero no terminó de conseguirlo. Al final de la faena, le vi con ciertas dudas. Me gustó la estocada con la que mató a su oponente. Ante el quinto de la tarde, ciertos espectadores cuando salió el animal vieron que tenía problemas de vista, siempre venía cruzado en sus arrancadas. Aparte el animal, se paraba siempre a mitad del lance. Iván no pudo hacer más que intentarlo, porque era muy complicado sacar algo lucido.
Completaba cartel el sevillano Daniel Luque. Ante el tercero un animal con bondad, pero siempre tenía el defecto de quedarse corto en sus arrancadas. Lo único lucido que vimos fueron algunos remates por bajo de las series y las características luquesinas que popularizó este espada. Lo mató de una buena estocada en lo alto.
Ante el que cerraba plaza, animal muy descastado y desrazado, siempre topando a mitad de la muleta. Luque casi ni lo intentó y se retiró pronto a por los aceros. Lo mató de una muy deslucida, estocada haciendo guardia, lo que le impidió salir a hombros.
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