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Con algo
más de media plaza se dio inicio al mano a mano entre David Galván y el
rejoneador ecuatoriano Sebastián Peñaherrera. El ganado perteneció a
los hierros de Huagraguasi y Triana, de juego y presentación, dispares.
David Galván: Saludos, una oreja y dos orejas y rabo simbólicos por indulto a toro de regalo.
Sebastián Peñaherrera: Palmas, una oreja.
 David Galván salió a hombros David Galván se mostró desde su primer toro, voluntarioso; con ganas de agradar pero el primero de su lote le dio muy pocas posibilidades de triunfo. Un negro de bonitas hechuras, del que; sería importante conocer el parte veterinario por la presentación de sus pitones que, se aplomó tras la puya al que, exprimió cada muletazo.
 Sí, sería conveniente conocer el informe veterinario. Foto: María Z. Sin embargo, ¡sonó música!. Tras hasta cuatro manoletinas, quizá lo único realmente ligado de la faena se volcó sobre el morrillo para pinchar, en el segundo viaje logró una buena estocada que no bastó; el puntillero (El Tortuga) lo levantó, la muerte fue eterna y todo terminó en palmas y saludo desde el tercio.
El segundo de su lote fue de “Triana” y se llamó “Mama Negra”. En este toro se logró ver algo más de su manejo del capote con un par de bonitas chicuelinas y una preciosa serpentina de remate.
En varas cumplió sin más y tras un solo par de banderillas, justamente cuando “El Tortuga”, (recientemente retirado en Ambato), se aprestaba a poner su par; la Autoridad aceptó la petición de cambio de tercio del matador y la plaza mostró su malestar.
Ya con la muleta mostró poco celo, por derecha; se defendió siempre con las manos por delante, con la cabeza alta. Tomaba bien el primer muletazo y se ponía reservón, desgraciadamente por naturales las cosas fueron más o menos igual; el toro defendiéndose, cortando el viaje, con embestidas rebrincadas, sin celo, sin codicia.
Tras tres pinchazos, uno de los cuales salió disparado y una estocada hasta los gavilanes que sorprendentemente le valió una oreja que el público, no pidió el terminó el segundo episodio de David Galván en Latacunga.
El primero de Sebastián Peñaherrera era un becerro que se graduó de novillo “antes de ayer”, rápido de pies pero flojo de remos al que, acertadamente clavó un solo rejón de castigo; no hubiera soportado un segundo. Brindó la lidia de su primer toro al ex vicepresidente de la república, Blasco Peñaherrera Padilla.
Acertó también con los pares de banderillas, brindó espectáculo, demostró que su tiempo de aprendizaje fuera del país lo ha centrado y madurado en su labor en el ruedo .
Cambió de caballo y comenzó a tener problemas, el corcel se resistía aún a la espuela y luego comenzó a mostrar síntomas de que algo extraño le ocurría; Peñaherrera prácticamente saltó de su cabalgadura contra las tablas y el animal necesitó ser arrastrado fuera del ruedo.
Salió en un nuevo caballo pero, descentrado; tras un pinchazo logró lo que parecía ser un buen rejonazo pero, no bastó; necesitó de hasta tres golpes de descabello para pasaportarlo, terminó recibiendo palmas cariñosas del público.
El segundo de su lote fue un toro con “cara de toro hecho”, amorrillado de muy linda estampa que, despertó tras el primer rejón de castigo.
 Peñaherrera en banderillas Lo adornó con hasta cuatro pares de banderillas de distinta calidad y colocación. El toro era pronto, se prestó al lucimiento de la bien entrenada cuadra de Sebastián que fue sonoramente aplaudido por el público en su labor.
Cuando Sebastián había tomado ya el rejón de muerte, David Galván pidió a la autoridad regalar un toro, lo que le fue concedido.
Logró un medio rejón de muerte que no bastó por lo que, seguramente para no echar pie en tierra, volvió a entrar a matar con mala fortuna porque apenas si logró un pinchazo al hilo de la piel que salía por el costado, al tercer viaje logró un rejón caído y trasero que causó un profuso derrame y terminó con el segundo de su lote.
Una vez más, la Autoridad consideró que la faena merecía una oreja, que por cierto; no fue mayoritariamente, pedida por el público.
El quinto toro de la tarde, el de regalo; fue sin duda el más completo de la corrida. Un toro que le permitió a David Galván lucirse con el capote, noble, repetidor, con tranco pero; que no fue un dechado de bravura en varas.
 Bello natural de Galván Permitió por su nobleza y tranco una faena estructurada, con temple y mando, con cuajo.
No fue una faena larga y la cerró con hasta cuatro “manoletinas” que levantaron el decaído espíritu de la parroquia.
Cuando se perfilaba para entrar a matar, una sola voz, gritó: “indulto” y la Autoridad no necesitó de mucho más para sacar el pañuelo naranja y darla.
Esto le valió a David Galván el salir por la puerta grande con, tres orejas y un rabo.
Todos sabemos que la Fiesta Brava es un asunto muy serio que, cada detalle cuenta para el desarrollo de la lidia y desgraciadamente; hoy, hubo mucho que apuntar al casillero de lo que, NO debe pasar en una plaza de toros.
La presentación de pitones del primero de la tarde fue, por llamarla de alguna manera; inaudita.
Las cuadrillas estaban descentradas, todos apiñados en el burladero de matadores sin cubrir otros extremos de la plaza, cosa que; anotó David Galván.
El soltar a un rejoneador con alternativa y, hay que decirlo; cada día más plaza, un becerro apenas ascendido a novillo es, una falta de respeto al caballero y al público que, ha pagado para ver toros, no; novillos.
Y, lamentablemente, el garbanzo negro de la tarde de hoy, fue la “des-autoridad” que se sentó en el palco.
Conocemos de su gran afición, sabemos que es aficionado práctico y seguidor asiduo, de la “decana” del periodismo taurino del país, pero; todo eso, ¡no fue suficiente!.
Las orejas fueron un “baratillo de verano” y lo que es ya, el “indulto” a un toro “tan bravo” que, en cuanto el torero dejó descansar su muleta, se plantó en la puerta de toriles y salió “solito y sin ayuda” fue sin más, un absoluto despropósito.
La diferencia con lo ocurrido en Ambato hace poco, es abismal. Comprendemos como el que más que la fiesta tiene que renovarse, que los mayores debemos ceder paso a los más jóvenes, pero; estos jóvenes deben mostrar condiciones, conocimiento y personalidad para estar en el palco de una plaza que, quiera tener importancia y valía.
Fotos: Alberto Suárez (excepto la 2)
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