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Con menos de tres cuartos de entrada y tarde ventosa se han lidiado novillos de Dolores Rufino con pitones defectuosos, de aceptable juego en lineas generales.
Gines Marín, dos orejas y oreja
David de Miranda, palmas y dos orejas
Carlos Aranda, vuelta al ruedo tras petición y oreja.
 Marín y de Miranda a hombros entre el barrizal Almodóvar del Campo es una localidad por donde han pasado todos los grandes toreros en su etapa novel gracias a su tradicional feria de novilladas que se confeccionaba para la feria de septiembre y que se ha vuelto a recuperar este año con un festejo que trajo sin duda aire fresco. La novillada estaba enmarcada dentro de la IX feria del ganado “La Cuerda”y se consiguió que esta nueva apuesta por las novilladas se saldara con un resultado triunfal, y el publico además respondió, esperemos que se vuelva a repetir en sucesivas ediciones y a poder ser con mejor tiempo.
 Ginés Marín con la diestra Gines Marín estuvo en su primero variado en quites con el capote por tapatías y saltilleras. No se lo pensó mucho en la muleta e inmediatamente paso al toreo al natural. El de Jerez demostró que es un novillero con muchos recursos, solvencia y seguridad. Cerró su faena con series de rodillas muy bien ligadas pisando terrenos comprometidos, tanto es así que resulto prendido y la taleguilla destrozada. Coloco estocada certera que le valió el corte de las dos orejas.
En el cuarto de la tarde volvió a torear a un gran nivel al novillero se le ve ya hecho para la alternativa que va a recibir en Nimes el próximo mayo. Su premio quedo reducido a una oreja, tras dos pinchazos y estocada arriba.
David de Miranda tuvo en su primero a un novillo muy manso que marcaba mucho las querencias quizás por el desembarco de la novillada el día de ayer. Solo pudo justificarse y poco más. Coloco estocada caída recibiendo palmas.
 Casi en la oscuridad de la tormenta, David de Miranda muestra los trofeos Se pudo desquitar de Miranda del mal sabor de boca con su primero en un quite por saltilleras muy ceñido cuando empezó a llover, tronar y hasta granizar con fuerza. Inicio su faena con pase cambiado por la espalda se gusto por naturales largos y templados, un trasteo con arrojo desgarro y sobre todo ambición, consiguiendo mantener la atención del publico durante el diluvio. Coloco estocada, tras encontrarse primero con hueso, cortando dos orejas.
Carlos Aranda volvía a vestirse de luces tras mucho tiempo. No ha tenido fortuna el novillero de Daimiel con lesiones y falta de contratos en estas dos ultimas temporadas. Comenzó su toreo de muleta con las rodillas en tierra. Firme y entregado cerró con ayudados por alto. Dio vuelta al ruedo al tener poca fortuna con la espada aunque se le pidió con fuerza la oreja.
Con el que novillo que cerró el festejo brindado a Aníbal Ruiz comenzó toreando con pases cambiados por la espalda con voltereta incluida, se levanto con arrojo y volvió a plantar cara al novillo toreando con temple y soltura. Faena sin música por que la banda huyo por el diluvio, pero no hizo falta, el torero marco el ritmo. El fallo con la espada y el descabello redujo su premio a una oreja.
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