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En una tarde-noche con clima muy agradable, se ha registrado una entrada que sumará unos 30,000 asistentes en la Plaza México (lleno en el tendido numerado: 22,000 personas, y un tercio en los generales de sombra, un puñadito en el sol: unas 8,000 personas) para el 20º y último festejo de la Temporada Grande 2015-2016.
Se han lidiado dos ejemplares de Los Encinos para rejones lejos, muy lejos de cumplir con el trapío de toros, de juego dispar. El primero manso y descastado, sin codicia y desfondado. El segundo con más fondo, noble, voluntarioso. Para la lidia a pie se corrieron seis astados de Teófilo Gómez de apariencia sumamente joven, retacados de kilos, de comportamiento variado. Nobles, dóciles, pastueños en líneas generales. Sobresalieron 4º y 6º -este premiado con arrastre lento-, mientras que el resto careció completamente de casta y fuerza.
 Un teofilito Pablo Hermoso de Mendoza: palmas y dos orejas y rabo con división de opiniones.
Enrique Ponce: al tercio tras un aviso, vuelta y una oreja en el que mató por El Payo.
Fermín Rivera: una oreja con división de opiniones y silencio.
Octavio García El Payo: silencio en el único que mató.
 Premiaciones de festín Notas: - Al terminar el paseíllo se rindió un minuto de aplausos a la memoria del matador Jesús Córdoba. - Durante la faena de muleta del 4º Octavio García El Payo se acercó en un par de ocasiones a las tablas con cierta indisposición y devolviedo el estómago. Dió muerte al astado para luego pasar a la enfermería. Por recomendación médica, ya no regresó la ruedo para lidiar al 8º. - En una de sus acostumbradas pifias el juez de plaza Jesús Morales, otorgó arrastre lento al 5º de Los Encinos (2º para rejones) cuando el tiro de arrastre ya había abandonado el ruedo. -Enrique Ponce se permitió salir en hombros, con solo un apéndice cortado. Un acto en agravio, especialmente, para su compañero Fermín Rivera.
 Y también salidas en hombros La crónica en breve.
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