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Accidentada la corrida nocturna de hoy viernes en El Relicario. El diestro Uriel Moreno “El Zapata” resultó herido al salir del primer par de banderillas en el toro que abrió plaza. “Príncipe”, una res con trapío, le comió el terreno a Uriel, al clavar el toro “lo empaló”, lo levantó y le pegó la cornada.
El diestro tlaxcalteca tiene como parte fuerte de su actuación el tercio de banderillas; sin embargo el percance vino justo en ese tercio. Por lo menos es la segunda cornada que sufre en El Relicario, la plaza que lo vio doctorarse en 1996.
Al cierre de esta edición lo estaban interviniendo en el sanatorio Ángeles de la ciudad de Puebla.
Cornada grave a Uriel Moreno “El Zapata” El Zapata fue llevado a la enfermería de la plaza, fue estabilizado por el doctor Héctor Aquino y subido a la ambulancia. Recibió la cornada en la ingle derecha, con una profundidad de 30 a 40 cms de dos trayectorias, sin que le cuerno haya lesionado órganos vitales; es de la que los taurinos llaman “cornada limpia”.
Diego Silveti se quedó con toda la corrida a la usanza española, lidió y mató ese toro que no desarrolló sentido durante la faena de muleta; además, el guanajuatense se enfrentó a los dos de su lote y el otro Uriel. Todos los toros para la lidia a pie, fueron de Santa Fe del Campo, bien presentados y bravos. Si acaso al segundo, le faltaba algo de cuerna.
Extraordinario puyazo de Ricardo Morales “El Güero de la Capilla” Destacó el sexto, un toro muy bravo. Lo más torero del festejo se vivió en el primer tercio, el toro empujó y peleó en varas. Ricardo Morales, "El Güero de la Capilla" logró un extraordinario puyazo, “Imperante” No. 82, hizo honor a su nombre, empujando fuerte a la cabalgadura, casi desmontó al varilarguero, éste seguía picando; hasta que, finalmente, el astado tumbó al caballo. El experimentado piquero se llevó una gran ovación.
Rafael Romero se libró de un percance grave El público captó el peligro del burel. En banderillas puso en aprietos a Rafael Romero quien fue alcanzado cerca del burladero de matadores cuando el toro hizo hilo con él, salvándose milagrosamente de una lesión seria al ser alcanzado en el burladero de matadores.
Juan Ramón Saldaña sufriendo ante la bravura de “Imperante” En lo que Silveti tomaba la muleta, el burel fue se fue a un burladero de aviso casi saca de ahí a Juan Ramón Saldaña.
Así metía la cabeza el bravo de Santa Fe del Campo Diego logró algunos buenos momentos con “Imperante” sin llegar a la altura. Mínimo, ese toro debió ser honrado con arrastre lento, porque la bravura debe premiarse.
Con los otros dos que lidió Silveti no pasó nada importante, como no fuera un par de avisos, porque no estuvo finos con los aceros.
Pablo Hermoso de Mendoza se enfrentó a dos novillos de Teófilo Gómez, detallitos con el primero y el segundo fue protestado por manso y porque estaba lesionado de una manita. El español lo mató y anunció un regalo que calmó al público que llenó la plaza..
Vueltas y desplantes de Hermoso de Mendoza ante un toro casi parado Regaló uno de José Garfias, bravo, al que colocó dos rejones de castigo, gran toreo de costado montando a “Disparate”, después el toro se paró, Pablo hacía piruetas muy festejadas cuando el toro no podía ni con su alma por el exceso de castigo. La gente feliz porque le gusta lo buen jinete que es el rejoneador navarro, aunque el toro ya no pueda moverse.
Fotos cortesía de Juan Ángel Sainos.
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