El domingo pasado hubo una gran bronca en contra del juez Gilberto Ruíz Torres que se negó a otorgale las orejas al Juli, a pesar de la petición unánime por parte del público; la faena de Julián estuvo muy completa, obligó a embestir a un toro que salía huyendo y le dio pases a diestra y sieniestra. Desde luego el gran "pero" fue la pésima estocada del madrileño; creo que no se pueden cortar orejas con una estocada tan defectuosa como esa que mató al de Montecristo. Sin embargo, los antecedentes más inmediatos en el otorgamiento de trofeos en el coso capitalino son tan disparatados que confunden al público y dan lugar a broncas como la que se armó en el segundo del festejo. Creo que es mucho más valiosa esa vuelta al ruedo que dio Julián bajo el grito de “torero, torero”, que las deslucidas dos orejas que cortó el pasado 8 de noviembre, en su primera actuación de la temporada.

Así toreó el Juli...

El “Zotoluco” salió avante del compromiso, aunque ya se le ve fatigado; cumple, pero nada más. De hecho el público acabó poniéndose del lado de su segundo  toro, aunque despidió con palmas al matador.

A Joselito Adame sí le otorgaron una oreja en una faena más vistosa que efectiva; digamos que toreó para el tendido, no para los entendidos. A diferencia del Juli, Joselito mató con una gran estocada, recibiendo y sin salirse de la suerte, lo que le da más verdad y emoción a la suerte suprema.

Así mató Joselito

Christian Sánchez volvió a saludar en el tercio después de una actuación de las que él sabe brindarnos.